26/12/2025
A veces, lo más valioso surge precisamente de una herida.
Las resinas son un ejemplo perfecto de ello.
Cuando un árbol es cortado o dañado, responde produciendo una savia espesa que protege, sella y sana.
Con el tiempo, esa savia se solidifica y se convierte en mirra, incienso, benjuí, copal…sustancias preciosas, aromáticas, sagradas, usadas desde hace miles de años para cuidar el cuerpo y el alma.
Algo muy parecido ocurre con las perlas.
Cuando un cuerpo extraño entra en la ostra y la hiere, ella no lo rechaza: lo envuelve capa a capa con nácar, hasta convertir aquello que dolía en algo bello, luminoso y valioso.
La ostra no expulsa la herida. La transforma.
Las resinas y las perlas nos hablan del mismo proceso: de cómo el dolor, el duelo, las experiencias difíciles pueden convertirse, con tiempo, cuidado y presencia,
en sabiduría y belleza.
Por eso, en momentos de cierre de ciclo como este final de año,
las resinas nos acompañan tan bien.
Rolls con resinas en Ananke:
-Resinas sagradas
-Isis
-Sekhmet
-Lilith