25/11/2025
🚫 ¿Y si “cancelar” al agresor nos está impidiendo acabar con la violencia?
Hoy es 25N y mi feed está lleno de apoyo a las víctimas. Y es necesario. Es vital. Pero siento que estamos ignorando la otra mitad de la ecuación: el origen del daño.
Me preocupa una tendencia peligrosa que estoy viendo. Como sociedad, hemos decidido que el maltratador es un “monstruo”, una anomalía, un cáncer que hay que extirpar. Y al hacerlo, renunciamos a entenderlo.
Y reconozco que esto para mí también es un problema: si hoy entrara un hombre a mi consulta diciendo “Soy violento y no sé cómo parar”, una parte de mí sentiría el impulso de juzgar antes que de escuchar. Y eso es un fracaso. Porque la violencia no surge del vacío; es a menudo el lenguaje trágico de quien no tiene otras herramientas para gestionar su frustración, su miedo o su propia historia de dolor.
Ojo, léeme bien: ⚠️ Sentir curiosidad por la historia del agresor NO es justificar sus actos. ⚠️ Comprender por qué lo hace NO lo exime de la responsabilidad del daño causado.
Pero hay una diferencia abismal entre la CULPA y la RESPONSABILIDAD:
La culpa encierra, avergüenza y hace que la violencia se vuelva clandestina.
La responsabilidad empodera para el cambio y la reparación.
Si queremos un mundo sin violencia contra la mujer, no basta con rescatar a las víctimas. Tenemos que atrevernos a mirar a los ojos a quien ejerce la violencia y entender su dolor y sus acciones.
Quizá sea una opinión impopular, pero creo que la verdadera prevención empieza cuando dejamos de ver “monstruos” y empezamos a ver personas rotas (y peligrosas) que necesitan ayuda y responsabilidad.
👇 Abro debate (con respeto): ¿Crees que el sistema actual ofrece salidas reales para quien quiere dejar de ser violento? ¿O solo sabemos castigar? Te leo.