07/11/2025
Tus padres te amaron, hicieron lo mejor que pudieron… y aun así, te hicieron daño. Ambas cosas pueden ser verdad. Reconocerlo no es traicionarles, es darte permiso para mirar tu historia con honestidad.
No se trata de culpar, sino de comprender. Solo cuando dejas de proteger la idea de una infancia “perfecta”, puedes ver las heridas que sigues repitiendo y empezar a sanarlas. 🌿