25/04/2021
Hoy deseo compartir con todos ustedes un cuento, de Pep Bruno.
UN LUGAR DONDE SER FELIZ
Antonio estaba sentado en un banco en la plaza del pueblo, bajo el olmo, y estaba escuchando a su abuelo, contándole aquella historia que tantas veces le había contando de cómo encontró su lugar, un lugar donde ser feliz .Antonio había escuchado su abuelo contar esta historia cientos, miles de veces, pero no le importaba y la parte que más le gustaba era el final, cuando el abuelo decía: y de pronto sentí latir mi corazón, latir con fuerza y supe, en ese momento que aquel era mi lugar, un lugar donde ser feliz. Un día Antonio decidió coger su mochila y buscar su lugar . Se fue de viaje en busca de un lugar donde ser feliz, así que en el pueblo se despidió de sus padres , de sus hermanos de sus primos, de su abuelo y cuando, ya estuvo preparado emprendió el viaje . Llego a lo alto de la colina desde donde se veía el pueblo y allí vio el pueblo por última vez. El pueblo que lo vio crecer , que lo vio nacer y en ese momento se acordó de lo que le había dicho el abuelo al despedirse :no lo olvides, escucha a tu corazón, el te dirá cuál es tu lugar. Y emprendió el viaje y después de varios días caminando, dejo atrás, las praderas de cabras y vacas y se interno en un desierto y allí conoció a gente muy diferente, con unas costumbres muy diferentes y aprendió de ellos a ver la vida de otra manera pero después de un tiempo con ellos, se dio cuenta de que, aquel desierto no era su lugar, así que no tubo más remedio que coger su mochila y seguir caminando y caminando, llego a las montañas y subió a la cima y desde allí, descubrió paisajes increíbles y lugares de ensueño y estuvo un tiempo en aquellas cimas pero enseguida se dio cuenta que aquel tampoco era su lugar, así, que no tuvo mas remedio que bajar las montañas y seguir caminando en busca de su lugar, un lugar donde ser feliz. Se adentro entonces en la selva, tan frondosa , tan húmeda, con sus colores verdes, marrones, con sus hojas, con sus árboles y en la selva estuvo un tiempo, observando todos los animales que había, pero es que, tampoco era su lugar, así, que no tuvo más remedio que seguir caminando para dejar atrás la selva y encontrarse con el mar, con sus noches de incontables estrellas y su sabor a sal y agua marina, y estuvo muchas noches contemplando el mar, dejándose llevar por el sonido de las olas hasta que un día se dio cuenta de que no, que tampoco era su lugar y no tenia más remedio que continuar, y continuo para llegar a un rio ,un rio que desembocaba en ese mar, y allí en el rio disfruto con muchos niños que jugaban en el rio, chapoteándose, disfruto con bellos atardeceres pero al cabo de un tiempo se dio cuenta de que, tampoco aquel era su lugar y no tuvo más remedio que de nuevo ponerse su mochila y continuar su viaje en busca de su lugar y caminando llego a una pradera, que estaba llena de vacas, de cabras donde había varios arboles que cobijaban a varios pájaros que no dejaban de cantar y aquellos pájaros , aquella tierra , de pronto le hizo mover su corazón, su corazón comenzó a latir con fuerza , cada vez con más fuerza y supo en aquel momento que su lugar estaba muy cerca, así que emocionado empezó a caminar mas rápido observándolo todo y caminando llego a lo alto de una colina y desde esa colina descubrió un pueblo y emocionado, bajo aquel pueblo y al llegar al pueblo empezó a caminar por sus calles, emocionado, observándolo todo, las casas, las personas,y caminando, llego a la plaza del pueblo y allí, en la plaza del pueblo,le estaba esperando su abuelo. Él se acerco al abuelo, le dio un abrazo muy grande y su abuelo le dijo: sabia que algún día regresarías. Ahora, ahora cuéntame tú a mi,le dijo el abuelo, cuéntame, tú a mi, tu viaje, tu viaje para encontrar un lugar donde ser feliz. Y colorin, colorado, este cuento sea acabado.
Para saber a donde vamos es muy importante saber de donde venimos