19/10/2025
Cuando una persona menor de edad se quita la vida a causa del bullying, es resultado de que han fallado todas las partes del sistema que la rodean.
Que el bullying exista es cosa de niños/as, adolescentes, familias, centros, profesorado, gobierno, política, legislacion y sociedad.
El bullying es una forma de violencia sostenida en el tiempo, que deja marcas invisibles en la autoestima, en el cuerpo y en la mente. Y lo digo por desgracia desde la experiencia de haberlo sufrido.
Y cuando alguien no puede más,
es porque ya ha pedido ayuda muchas veces,
solo que pocos o nadie supo escuchar el idioma de su dolor. O en algún momento esa denuncia y demanda de que se haga algo quedó en el olvido. Recordar que alguien que se suicida no quiere morir, solo quiere dejar de sufrir.
Educar en valores, civismo y pensamiento crítico no es opcional. Es una responsabilidad colectiva.
Porque la prevención empieza mucho antes de que alguien sufra. Empieza en cómo miramos, cómo hablamos y cómo nos tratamos entre nosotros cada día. En cómo les tratamos a ellos.
Que no haya más silencios cómplices. Que el dolor de una víctima se atienda y encuentre el espacio y atención que necesita. Que haya prevención y ojalá no vuelva a convertirse en un dato para la estadística.