21/06/2024
PIRINEOS
Pirineos, montaña de fuego, ese es el verdadero significado de Pirineos: pir – fuego; neos – naciente (nueva) luz. Luz naciente o nueva luz, nuevo fuego. Y cabría preguntarse ¿de qué fuego se está hablando? Se asemeja un poco al fuego que vió Moisés en el monte Sinaí en aquella zarza ardiente que no se quemaba por más que ardía en llamas. Ese no era un fuego cualquiera, sino el fuego de la vida contínua e infinita. Y aún, ¿qué es ese fuego?, ¿de dónde viene?, ¿porqué fuego y no otra cosa, como agua?
La montaña siempre se había asemejado al fuego, más que al agua. Si bien la montaña tiene lagos importantes que son el símbolo de la vida y la magia del lugar, el fuego es la montaña. ¿Porqué?, ¿qué es ese fuego?
Primero, es el fuego de las estrellas, estrellas de helio, que le dan su color rojizo, estrellas como constelaciones que mueren y pasan a formar parte del conduismo (o conducción) de la montaña. La muerte de las estrellas no significa dejar de emitir su fuego, sino seguirlo en otra parte. Ahí, las estrellas prefieren lo alto del estadio, donde habitan y propician encuentros. Así, ese fuego rojizo es el principio.
El fuego traslada la mente a un nivel cósmico de unión cósmica. El tiempo del alma no es el mismo tiempo del cuerpo. Los tiempos del alma son los que propician encuentros que al tocar el fuego impulsan los cruces cósmicos. Porque el fuego es un propiciador de encuentros, abre puertas en donde las cosas más increíbles pueden suceder y ser vistas. Y así como los momentos del atardecer son los que propician y abren las puertas dimensionales, el fuego también lo hace. ¿Cómo encontrar ese fuego? ES EL FUEGO DE LA VIDA. Concibe la vida y atenderás a las más altas dimensiones.
Aún no lo comprendes.
El fuego del corazón es la chispa que lo hace todo posible. Llena de chispas tu corazón y se creará un gran fuego. Ese fuego, envíalo al exterior por medio del canto, sentimiento de apreciación, palabras de agradecimiento, movimiento, y surgirá la magia, el encanto, y se abrirán puertas que podrás ver, vivir, interactuar. Son las puertas a las que Moisés accedió en el monte Sinaí y que después inició una etapa de absoluta libertad y conexión con otros mundos. AHORA SON LOS PIRINEOS LA LUZ DE ESTE CONOCIMEINTO.
Y de las estrellas, y las constelaciones, llegan también quienes emiten su luz, su fuego interior – los Dharmas, los Rahmas, los Azikim, inmortales que viven en la montaña con el fin de provocar encuentros de alta consciencia, donde se encuentran el alma con el cuerpo, la materia con el espíritu, el hombre real con el hombre cósmico, todo es UNO.
Todo es propiciado por la montaña y por su fuego. Y cuando se encuentra fuego con fuego, pasan cosas, y es cuando se abre el cosmos, lo ilimitado frente a lo limitado, en interacción, encontrándose en ese punto en el que apenas se tocan. Es en ese toque pequeño pero gigante que pasan tantas cosas, tanta conexión.
EL CORAZÓN EN SU FUEGO, ACTIVA EL CORAZÓN DE FUEGO DE LA MONTAÑA. AMBOS SE ENCUENTRAN EN UN ENCUENTRO CÓSMICO, ABRIENDO PUERTAS AL COSMOS DONDE TODO PUEDE SER.
Pirineos es el verdadero fuego, el fuego de las estrellas, el fuego del alma, el fuego del cosmos, el fuego de la vida, el fuego de la realidad que va más allá de lo imaginado.
Enciende ese fuego con el canto de la sabiduría eterna – el Amor.
La montaña
El fuego del Cadí
19.06.2024
El Cadí se pone rojo al atardecer. Ahí está el fuego del saber. Ahí se encuentran los Dharmas, los Rahmas y el concilio (Andrómeda). Búscalos el 25 (25.06.2024).
Nota: La canalización hace referencia a las estrellas de helio que son un tipo de estrellas (tipo O o B) que pueden transferir masa en una estrella binaria cuyos componentes están muy próximas (estrellas binarias de contacto). Puede que montañas como el Pirineo, el Cadí, y otras, sean potentes centros o campos magnéticos que propician el movimiento, los ciclos y la vida de este planeta, en relación a las demás estrellas de nuestra galaxia en una interacción conjunta, binaria o múltiple, lo que también hace posible que este mismo alto nivel de magnetismo sea el que abre puertas dimensionales dando acceso a un cosmos que desconocemos. La canalización también habla de un “conduismo” que en realidad se refiere a una conducción, o bien, el efecto de transferir el calor de un punto a otro. Así bajo el efecto de movimiento de estrellas, se conduce o se transfiere el calor, o el fuego, por toda la red de montañas, en una interacción continua. Es también interesante la relación con la zarza ardiente del Sinaí, que tiene una misma naturaleza: un fuego que viene de la montaña, un fuego incesante que está siempre presente y no quema sino que conecta con el todo, con el corazón del hombre y el corazón del cosmos y todo lo que existe. Otro aspecto interesante es el significado de la palabra Pirineos como el nuevo fuego, o fuego naciente, es decir, el primero que surge o que aparece. Puede indicar dos aspectos: por un lado el fuego del alma que es el primer fuego de la vida, y por otro lado el fuego físico en movimiento e interacción con el sol, las estrellas, el cosmos. Ambos unidos por un mismo fuego que es el corazón de todo, la vida, el amor. Y para acceder a este fuego, está el canto, el movimiento, el agradecimiento, que conecta inmediatamente con éste. También aparecen aquellos quienes habitan la montaña: los Dharmas, Rahmas, Azikim, el Concilio. Al buscar datos, se encuentra que la palabra Dharma, es difícil de traducir por su naturaleza abstracta, pero puede mencionarse como sabiduría interna, virtud, aquello que sostiene o mantiene la unión. Se entiende que todo tiene su Dharma, su alma. Así, los Dharmas que habitan la montaña son aquellos que sostienen y sustentan el fuego del todo, fuego de sabiduría, del acto de saber en movimiento el cosmos. Así también los Rahmas, del árabe “misericordia” o Ra - el Dios solar, creador de la vida. Por tanto que estos serían los misericordiosos, que viven en la montaña. Tanto en el Dharma como en el Rahma se encuentran las grandes virtudes de la montaña o del fuego: alma y misericordia, o bien, el alma misericordioso. Después menciona a los Azikim, nombre que propone varios significados. En hebreo “azikim” significa grilletes. La forma de un grillete es el del Shen, símbolo egipcio que significa “rodear” y cuya forma es de un círculo sin romper que simboliza la totalidad, el infinito, lo que no tiene ni principio ni fín, sirviendo de protección eterna. Por lo tanto, puede referirse a aquello o aquellos que rodean y protegen la montaña y que finalmente completan la unión con el cosmos. Otro significado podría ser que se refiere a los Tzadikim, los sabios, los justos; o bien a los Adukim, los devotos, o los conectados (ziká). También hay que mencionar que la palabra Zikít significa camaleón, aquel que puede cambiar su color según las circunstancias y tener una visión amplia, pero también puede tratarse de la constelación camaleón (aunque se encuentre en el hemisferio sur). De cualquier forma, implica una forma que es transformadora y que protege el fuego de la montaña. Tras estos, menciona al concilio de Andrómeda, 12 sabios que habitan la montaña y son el mayor conocimiento del Cosmos. Finalmente, la energía que se identifica en la transmisión de la canalización es la energía de la montaña, más aún, la energía del Cadí, que se pone rojo en el atardecer y es donde se encuentran aquellos que propician la sabiduría y los encuentros cósmicos. En el Cadí está el fuego, no solo por referencia espiritual sino además física ya que el Cadí es considerado una de las cuencas y calderas volcánicas que comprenden los Pirineos catalanes. Su energía propicia un encuentro el día 25 de junio de este año.