25/04/2020
1 año luchando contra el bicho.
1 año de quimioterapia y radio.
Horas, días, semanas y meses enteros en el hospital sin perder la esperanza, a pesar de que los médicos nos comunicaron que "no hay nada que hacer".
Mantener la esperanza, a pesar de que ves como esa persona se va apagando, deja de andar, deja de poder moverse, va perdiendo el apetito, aparece deterioro cognitivo, ...
Y a pesar de todo, seguir al pie del cañón hasta su ultimo aliento, eso fue lo más doloroso y lo más bonito, porque pude despedirme de ti, agarrarte la mano, besarte y decirte te quiero en bucle hasta que te fuiste.
Lo que vino después fue peor, algo muy traumático, me sentí desbordada por todos los lados. No sabia como me encontraba, como calmar ese dolor.
Hoy estoy rabiosa, porque especialmente esta semana te echo mucho más de menos mamá. Y para ser sinceros, hoy me he tomado un descanso para poder llorar y desahogarme.
De todo se aprende, hasta de estos momentos. Al principio es difícil verlo por el dolor y los recuerdos que vienen a la mente constantemente.
Hay que entender que es momento de pasarlo mal, de elaborar el dolor, canalizarlo, de tener miedo, de superar ese miedo, de echarle huevos y seguir caminando hacia delante.
Cuenta un proverbio japones, asociado a daruma, que si te caes 7 veces, te levantas 8.
No es nada fácil el camino, de hecho, hay momentos en los que nos encontramos mejor y momentos que nos afecta mucho más. Esto no quiere decir que estemos dando un paso atrás.
Es uno de los caminos más complicados y es algo que te marca para siempre porque hay un vinculo muy fuerte a nivel emocional.
Hay que trabajar para elaborar ese duelo, sobretodo canalizar, expresar, poner nombre a lo que nos pasa y normalizarlo.
Como he dicho antes, hoy estoy rabiosa. El próximo domingo es el día de la madre y tengo mucha impotencia porque este es el décimo año que no puedo felicitarte, así que si alguien quiere guantear que me avise.
Viva la madre que me parió