20/10/2025
El Cuerpo que Sana la Mente: Ejercicio, Trauma y la Reconexión Somática como Camino hacia la Salud Integral
Un revolucionario estudio con más de 128.000 participantes revela que el ejercicio físico supera en eficacia a los antidepresivos para muchas personas con depresión.
Este artículo explora este hallazgo trascendental a través de la lente integradora de la teoría del trauma (Franz Ruppert, Bessel van der Kolk), la teoría polivagal (Stephen Porges) y el psicoanálisis relacional, enriquecida con la "psicología oculta" de culturas como Japón, Finlandia, Brasil, Ruanda, los Mapuche y los Toltecas.
Descubriremos cómo el trauma, entendido como una herida que fragmenta la psique y se aloja en el cuerpo, interrumpe nuestra capacidad de conexión y regulación. El ejercicio, más que un simple liberador de endorfinas, emerge como una poderosa herramienta somática para restablecer la seguridad neuroceptiva, integrar las partes disociadas del self y reescribir las narrativas traumáticas almacenadas en la memoria implícita, ofreciendo un camino accesible para la sanación profunda y la recuperación de una identidad resiliente.
Ejercicio, Trauma y la Reconexión Somática como Camino hacia la Salud Integral
La evidencia es abrumadora y llega de la mano de la ciencia a gran escala: un masivo estudio con 128.119 participantes ha establecido que la actividad física constante puede ser más efectiva que la medicación para tratar la depresión. Los resultados muestran una mejora significativa en el estado de ánimo, la motivación y el bienestar mental, superando a los fármacos en velocidad e impacto a largo plazo, y todo ello sin sus efectos secundarios.
La explicación bioquímica es conocida: el ejercicio libera endorfinas, serotonina y dopamina, reduce la inflamación cerebral y regula el cortisol. Pero, ¿qué sucede si miramos este fenómeno desde una perspectiva más profunda, que entienda la mente y el cuerpo como un sistema inseparable? ¿Y si la depresión y otras aflicciones no son solo desequilibrios químicos, sino la expresión de un trauma no resuelto que habita en nuestra fisiología, y cuya cura yace en reprogramar nuestro sistema cuerpo-mente, tal como han hecho culturas resilientes durante siglos?
La Herida Invisible: El Trauma como Fractura Psico-Corporal
Para comprender el poder sanador del ejercicio, primero debemos entender la naturaleza del trauma. Según Franz Ruppert, el trauma no es el evento en sí, sino una herida psíquica que se produce cuando una experiencia es tan abrumadora que el sistema nervioso no puede procesarla. Esto es particularmente devastador en los traumas tempranos –la "tríada fatal" de no ser deseado, no ser amado y no ser protegido– que marcan la biografía de muchas personas.
Ante esta amenaza insoportable, la psique se fragmenta en tres partes para sobrevivir:
1. La Parte Traumatizada: donde se aíslan las emociones insoportables (miedo, dolor, rabia).
2. Las Estrategias de Supervivencia: mecanismos como la disociación, la negación o la hipervigilancia para evadir el dolor.
3. La Parte Sana: el núcleo esencial y resiliente de la identidad, que queda sepultado.
Bessel van der Kolk, en su obra fundamental "El Cuerpo Lleva la Cuenta", afirma que el trauma se graba en el cuerpo, en forma de memorias implícitas que operan fuera del alcance del lenguaje consciente. El recuerdo no es narrativo, sino sensorial y somático: una tensión muscular aquí, un n**o en el estómago allá, un patrón de respiración alterado.
La Teoría Polivagal y la Búsqueda de Seguridad
Stephen Porges, con su Teoría Polivagal, proporciona el mapa fisiológico de este proceso. Nuestro sistema nervioso autónomo no tiene solo dos estados (simpático: lucha/huída; y parasimpático: descanso/digestión), sino tres, gobernados por el nervio vago:
· Vago Ventral (Social): Estado de seguridad y conexión. Permite la interacción social, la curiosidad y la calma.
· Sistema Simpático (Movilización): Se activa ante una amenaza, preparándonos para la acción (lucha/huída).
· Vago Dorsal (Inmovilización): Respuesta de colapso y desconexión ante un peligro abrumador e inescapable (congelación, disociación).
El trauma crónico mantiene al sistema atrapado en un bucle de hiperactivación simpática (ansiedad, pánico) o de colapso dorsal (depresión, desesperanza). La neurocepción –la capacidad del sistema nervioso de evaluar inconscientemente si el entorno es seguro– queda descalibrada, percibiendo peligro donde no lo hay.
El Ejercicio como Intervención Somática y Reguladora: Lecciones de las Culturas Resilientes
Aquí es donde el ejercicio revela su potencial más allá de lo bioquímico. No se trata solo de "sentirse bien", sino de restablecer la seguridad neuroceptiva y reintegrar el self fragmentado. Diversas culturas han utilizado el movimiento y el ritual como herramientas de reprogramación psicobiológica, principios que podemos aplicar hoy.
1. Regulación del Sistema Nervioso a través del Ritual y la Ritmicidad:
El ejercicio moderado (caminar, trotar, yoga) es una forma segura de activar el sistema simpático (movilización) para luego permitir una transición hacia el estado ventral vagal de calma. Es una práctica de autorregulación. Los japoneses, con su principio de Kaizen (mejora continua), convierten actos simples en rituales que sincronizan cerebro y corazón, creando "autopistas neuronales" de coherencia que reducen el cortisol y activan genes reparadores. El ejercicio consistente es, en esencia, un Kaizen corporal.
2. Acceso a la Memoria Implícita y Reconfiguración Simbólica:
Al movilizar el cuerpo, el ejercicio puede acceder a esas memorias implícitas traumáticas. Un ejercicio rítmico como correr o nadar puede convertirse en un símbolo-guía somático de empoderamiento que "reprograma" la impotencia traumática. En Brasil, la capoeira y la samba son ejemplos poderosos de cómo el movimiento rítmico libera emociones atrapadas en la fascia (tejido conectivo), evitando que el estrés se cronifique. Es una catarsis somática que reconfigura la narrativa interna.
3. Integración de Partes del Self y Sanación Colectiva:
Desde el psicoanálisis relacional, la cura ocurre en una experiencia relacional segura. El ejercicio puede ser una relación segura con el propio cuerpo. Ruanda, tras el genocidio, utilizó la terapia comunitaria y los rituales colectivos (Umuganda) para activar el nervio vago ventral y sanar el trauma en el ADN colectivo. De manera similar, al ejercitarnos en grupo o simplemente al cuidar nuestro cuerpo con consistencia, establecemos un diálogo reparador entre nuestra parte adulta y nuestras partes infantiles traumatizadas.
4. Fortaleciendo el Yo Corporal y la Conexión con lo Sagrado:
Van der Kolk enfatiza la importancia de restaurar el "yo corporal". El ejercicio, especialmente disciplinas conscientes, ayuda a reconectar con las sensaciones físicas de manera no amenazante. Los Mapuche y los finlandeses comparten una conexión sagrada con la naturaleza como regulador neural. Para los Mapuche, los menoko (humedales) son espacios de restauración espiritual; para los finlandeses, los bosques y la natación en hielo (que activa proteínas reparadoras) son clave para su Sisu (fuerza interior serena). Caminar en la naturaleza no es solo ejercicio; es una práctica neuroceptiva que le dice a nuestro sistema nervioso que estamos en un entorno seguro y vital.
5. Liberación de la Energía Traumática Congelada:
El modelo Tolteca (según Castaneda) y sus técnicas de "recapitulación" y "acecho" buscan liberar la energía atrapada en historias pasadas. Prácticas modernas como los Ejercicios de Liberación del Trauma y la Tensión (TRE®) utilizan el temblor neurogénico para descargar el estrés congelado, un principio que se encuentra en la capoeira brasileña y en la catarsis de las ceremonias mapuches. El ejercicio puede ser un canal estructurado para esta liberación somática.
Hacia una Práctica Trauma-Informada y Culturalmente Sabia
El estudio revela que 150 minutos semanales de actividad moderada son suficientes. La clave no es la intensidad, sino la consistencia. Para una persona traumatizada, un objetivo ambicioso puede reactivar la sensación de fracaso. Es más terapéutico comenzar con "un corto paseo diario", un acto sencillo que, desde la teoría del apego, puede sentar las bases de una base segura interna.
Inspirándonos en Bután, donde la felicidad nacional bruta incluye políticas que protegen la psique (como límites a las pantallas), podemos ver el ejercicio no como una tarea, sino como una "política de inmunidad psíquica" personal. El movimiento se convierte así en un acto de amor propio, un mensaje somático de que el cuerpo merece cuidado y atención. No se trata de un castigo o una exigencia, sino de un recurso siempre disponible para reconfigurar el cerebro hacia la resiliencia, tal como el Gaman japonés (resistencia digna) enseña a activar el sistema de calma frente a la adversidad.
Conclusión: Movimiento como Medicina Integral y Sabiduría Ancestral
Si bien los antidepresivos y la terapia son pilares esenciales para muchos, este estudio y la comprensión moderna del trauma, enriquecida por la sabiduría de culturas resilientes, nos señalan un camino complementario y a men**o más profundo. El ejercicio no compite con la terapia; es una forma de terapia somática. Es la medicina que reconoce que la cura para la mente herida no siempre viene en forma de píldora, sino a través del acto primario y sanador de habitar y mover el cuerpo con intención.
Tu cuerpo no solo lleva tu mente; la cura. Al activarlo con regularidad y consciencia, no solo liberamos endorfinas, sino que restauramos la conexión con nuestra parte sana, regulamos un sistema nervioso desbordado y escribimos, con cada paso, una nueva narrativa de seguridad, poder y pertenencia. Como sintetiza Stephen Porges: "El sistema nervioso no es una sentencia; es un diálogo. Cada cultura tiene su lenguaje para enseñarle a bailar con el caos". El ejercicio es nuestro lenguaje personal para aprender esa danía.
Humberto Del Pozo López
💙Centro Bert Hellinger: Psicoterapia y Constelaciones Familiares💙
❝𝙊𝙟𝙖𝙡𝙖́ 𝙉𝙤 𝙎𝙚 𝙏𝙚 𝙋𝙖𝙨𝙚 𝙡𝙖 𝙑𝙞𝙙𝙖 𝙎𝙞𝙣 𝙀𝙡 𝙂𝙪𝙨𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝘾𝙤𝙣𝙤𝙘𝙚𝙧𝙩𝙚...❞
Franz Ruppert desarrolló una metodología propia de las constelaciones basada en el conocimiento de que los traumas o heridas emocionales tempranas conducen a fragmentaciones psíquicas: “yo traumatizado“, “yo en estrategias de supervivencia“ al trauma y “yo sano“.
El punto central del trabajo ya no es el sistema familiar del cliente, aunque sí se toma en cuenta, sino el sistema interior de las partes de su psique. El cliente no solo vuelve a estar en paz con su familia, sino consigo mismo.
❝𝗖𝗼𝗻𝘀𝘁𝗲𝗹𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻❞ del consultante (en un grupo o individual) integrando la teoría del apego de John Bolwlby, la terapia del psicotrauma y, el psicoanálisis relacional, con las Constelaciones Familiares, complementando Los Ordenes del Amor y los Movimientos del Alma de Bert Hellinger...
Método
𝗟𝗮 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗣𝗿𝗼𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗣𝘀𝗶𝗰𝗼𝘁𝗲𝗿𝗮𝗽𝗶𝗮:
bit.ly/Método-Psicoterapia
El proceso contribuye al desarrollo de un sentido coherente y fluido del sí-mismo o 'yo sano' y éste proporciona una regulación afectiva estable de las relaciones personales, es decir, una regulación internalizada, inconsciente y no verbal que se asienta en las funciones del hemisferio cerebral derecho. El contacto emocional entre las personas en el Auto-Encuentro es una forma de diálogo entre los hemisferios derechos de los interlocutores. Un proceso similar se logra en consulta individual.
Facilito constelaciones y auto-encuentros como psicoterapeuta especialista en psicotrauma, en pequeños grupos o individual por video llamada (Zoom.com) y presencial (en Viña del Mar, Chile)
Humberto Del Pozo López
bit.ly/Constelador-certificado-por-Bert-Hellinger
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Referencias Bibliográficas:
Recalde, I. A., García, A. B., & González, M. S. (2024). Physical activity and mental health: a systematic review and best-evidence synthesis of mediation and moderation studies. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 21(1), 134. https://doi.org/10.1186/s12966-024-01676-6
· Ruppert, F. (2011). Trauma y cura de la identidad. Editorial Desclée De Brouwer.
· Van der Kolk, B. (2014). El cuerpo lleva la cuenta: Cerebro, mente y cuerpo en la superación del trauma. Editorial Eleftheria.
· Porges, S. W. (2017). The Pocket Guide to the Polyvagal Theory: The Transformative Power of Feeling Safe. W. W. Norton & Company.
· Mitchell, S. A. (2000). Relationality: From Attachment to Intersubjectivity. Routledge.
· Del Pozo López, H. (2023). La Herida Invisible: Cómo el Trauma Temprano y Sistémico Fragmenta la Psique y Enferma el Cuerpo.
· Bowlby, J. (1969). Attachment and Loss, Vol. 1: Attachment. The Hogarth Press.
· Levine, P. A. (1997). Waking the Tiger: Healing Trauma. North Atlantic Books.
𝐋𝐚 𝐇𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐈𝐧𝐯𝐢𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞: 𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐞𝐥 𝐓𝐫𝐚𝐮𝐦𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐬𝐞 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞𝐥𝐚𝐳𝐚𝐧 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐂𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨 𝐲 𝐥𝐚 𝐏𝐬𝐢𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐍𝐞𝐮𝐫𝐨𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐏𝐬𝐢𝐜𝐨𝐭𝐞𝐫𝐚𝐩𝐢𝐚
Resumen: Este artículo explora la profunda interconexión entre los traumas psicológicos, su almacenamiento en redes neuronales y su manifestación en enfermedades y trastornos físicos y mentales. Partiendo de la premisa presentada en la serie 𝑴𝒊 𝒐𝒕𝒓𝒂 𝒚𝒐— que cuestiona el paradigma médico tradicional al afirmar el origen psicológico de muchas dolencias—, se integra el modelo de psicotrauma de Franz Ruppert con los mecanismos neurobiológicos de la formación de la memoria.
Explicá cómo las experiencias traumáticas tempranas (existenciales, de amor, de sexualidad y de sistema vincular) no solo se graban en la memoria implícita del cerebro límbico (hipocampo, amígdala), sino que, al no poder ser procesadas y simbolizadas, se somatizan, creando las bases para disfunciones y enfermedades.
Finalmente, se presenta el Método de Resonancia Límbica TriFOCAL como un puente terapéutico innovador. Este método actúa como un "Wi-Fi emocional", utilizando la sincronización neuroafectiva y símbolos sensoriales para acceder a estas memorias traumáticas almacenadas en el cuerpo, reconfigurarlas y promover una integración interhemisférica, transformando así la narrativa del paciente y facilitando la sanación de la fuente de sus aflicciones.
𝐔𝐧 𝐃𝐢𝐚́𝐥𝐨𝐠𝐨 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐌𝐞𝐝𝐢𝐜𝐢𝐧𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐏𝐬𝐢𝐪𝐮𝐞
“No irá a negar que muchas enfermedades tienen un origen psicológico, ¿verdad?”. Esta pregunta, lanzada por el personaje de Ada en la serie 𝑴𝒊 𝒐𝒕𝒓𝒂 𝒚𝒐 de Netflix, desafía la perspectiva médica convencional y sirve como punto de partida para una exploración más profunda. La serie, que incorpora conceptos de las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger, plantea que la curación del cuerpo no puede disociarse de la sanación de la psique, y viceversa.
El concepto de psicotrauma es el puente fundamental entre estos dos mundos. No es solo un evento psicológico; es una experiencia que se graba a fuego en las redes neuronales del cerebro, particularmente en estructuras como el hipocampo y la amígdala, responsables de la consolidación de la memoria y la respuesta emocional. Cuando un trauma no se procesa, se almacena como una memoria implícita (inconsciente), fuera del alcance del lenguaje, pero activa en el cuerpo, convirtiéndose en la fuente de muchas dolencias físicas y psicológicas.
𝐋𝐚 𝐂𝐥𝐚𝐬𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐓𝐫𝐚𝐮𝐦𝐚: 𝐋𝐚 𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐏𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚
Franz Ruppert ofrece un modelo estructural para entender cómo se forman estas heridas tempranas:
1. Trauma Existencial: Amenazas a la propia existencia (ej. no ser deseado). El organismo pasa de un programa de desarrollo a uno de emergencia, separando la psique del cuerpo para sobrevivir.
2. Trauma del Amor: La falta de cuidado y contacto amoroso de las figuras de apego. Lleva a estrategias de supervivencia como la idealización de los padres o la lucha perpetua por afecto.
3. Trauma de la Sexualidad: Abusos sexuales que provocan una desconexión tan severa entre el "yo" y el cuerpo que la persona puede llegar a dudar de su propia realidad.
4. Trauma del Sistema Vincular: Vivir en entornos donde la violencia es la norma, alternando roles de víctima y perpetrador. Una estrategia de supervivencia común es refugiarse en el concepto de "enfermedad" (ej. llamar "cáncer" a una consecuencia física de la violencia), enmascarando así el origen traumático.
Estos traumas tempranos, a men**o preverbales, se almacenan en el hemisferio derecho del cerebro (centro de las emociones y la memoria implícita) y quedan fuera del alcance del hemisferio izquierdo (lenguaje y lógica). Esta fractura interhemisférica es la esencia de la alienación lacaniana: el sujeto queda atrapado por mandatos y experiencias ajenas que siente como propias.
𝐍𝐞𝐮𝐫𝐨𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐲 𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚: ¿𝐃𝐨́𝐧𝐝𝐞 𝐬𝐞 𝐀𝐥𝐨𝐣𝐚 𝐞𝐥 𝐃𝐨𝐥𝐨𝐫❓
El proceso de formación de memorias explica por qué el trauma es tan persistente:
1. Percepción y Codificación: El cerebro procesa la experiencia traumática con una intensidad emocional abrumadora.
2. Consolidación: Esta información se almacena de forma privilegiada en la memoria a largo plazo, pero a men**o de manera fragmentada y disociada, ligada a sensaciones corporales y emociones crudas más que a una narrativa coherente.
3. Recuperación: Los recuerdos traumáticos se activan automáticamente ante estímulos asociados, desencadenando respuestas fisiológicas (lucha/huída/parálisis) sin que la persona comprenda conscientemente el porqué.
La neuroplasticidad —la capacidad del cerebro para reorganizarse— es la clave de la esperanza. Significa que, aunque estas redes neuronales del trauma sean robustas, no son inmutables. Pueden ser reconfiguradas.
𝐄𝐥 𝐌𝐞́𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐓𝐫𝐢𝐅𝐎𝐂𝐀𝐋: 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐧𝐞𝐜𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 ❝𝐖𝐢-𝐅𝐢❞ 𝐄𝐦𝐨𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐑𝐞𝐩𝐫𝐨𝐠𝐫𝐚𝐦𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐓𝐫𝐚𝐮𝐦𝐚́𝐭𝐢𝐜𝐚
¿Cómo acceder y transformar memorias que están "encriptadas" en el cuerpo y en el inconsciente, más allá de las palabras? El Método de Resonancia Límbica TriFOCAL se propone como una solución. Integra el psicoanálisis lacaniano, la teoría del apego y la neurociencia afectiva para crear un "Wi-Fi emocional": un campo de sincronización neuroafectiva entre terapeuta y cliente que facilita la reconexión segura.
El proceso actúa en cinco fases que replican y sanan el proceso de la memoria:
1. Selección de la Frase de Intención: El cliente formula un deseo terapéutico. Esto activa la corteza prefrontal, iniciando la búsqueda de una nueva narrativa.
2. Elección del Símbolo-Guía y Resonancia Límbica: El cliente elige un objeto simbólico relacionado con su conflicto. El terapeuta sincroniza su tono vocal y respiración con el cliente, activando el nervio vago ventral (Porges) y creando un campo de seguridad neuroceptiva. Esta resonancia límbica es el "router" que permite la conexión segura.
3. Regresión: Al sostener el símbolo, emergen sensaciones y emociones que llevan a recuerdos implícitos. El terapeuta guía al cliente a "reencontrarse" con la edad en la que se originó el trauma, accediendo a la memoria almacenada en el hemisferio derecho.
4. Reconfiguración Simbólica (Reprogramación Neural): Aquí ocurre la neuroplasticidad. El cliente modifica activamente el símbolo traumático (ej. transformar una "máscara de piedra" en un "colgante de plata"). Este acto imaginativo, apoyado por técnicas de meta-estados y submodalidades (PNL), "reprograma" literalmente la red neural asociada al trauma, integrando nuevos significados y recursos.
5. Consolidación Narrativa: La experiencia simbólica se traduce en palabras. El terapeuta ayuda al cliente a crear una narrativa coherente (mentalización, Fonagy), conectando finalmente el hemisferio derecho (experiencia emocional) con el izquierdo (lenguaje), cerrando así la fractura.
𝐂𝐨𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐢𝐨́𝐧: 𝐇𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐌𝐞𝐝𝐢𝐜𝐢𝐧𝐚 𝐈𝐧𝐭𝐞𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚
La pregunta de Ada en 𝑴𝒊 𝒐𝒕𝒓𝒂 𝒚𝒐 no es una negación de la ciencia, sino una invitación a expandirla. Comprender que las enfermedades pueden ser la punta del iceberg de un psicotrauma cuyas ricas se hunden en la compleja red de memorias en el cerebro exige un enfoque integrador. El camino hacia la plenitud, tanto para los pacientes como para la medicina misma, requiere cruzar el puente que une el cuerpo con la psique, lo neuronal con lo simbólico, y la memoria del dolor con la posibilidad de reconfigurarla para crear una nueva historia de salud y libertad.
© Humberto Del Pozo López
💙Centro Bert Hellinger: Psicoterapia y Constelaciones Familiares💙
❝𝙊𝙟𝙖𝙡𝙖́ 𝙉𝙤 𝙎𝙚 𝙏𝙚 𝙋𝙖𝙨𝙚 𝙡𝙖 𝙑𝙞𝙙𝙖 𝙎𝙞𝙣 𝙀𝙡 𝙂𝙪𝙨𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝘾𝙤𝙣𝙤𝙘𝙚𝙧𝙩𝙚...❞
Franz Ruppert desarrolló una metodología propia de las constelaciones basada en el conocimiento de que los traumas o heridas emocionales tempranas conducen a fragmentaciones psíquicas: “yo traumatizado“, “yo en estrategias de supervivencia“ al trauma y “yo sano“.
El punto central del trabajo ya no es el sistema familiar del cliente, aunque sí se toma en cuenta, sino el sistema interior de las partes de su psique. El cliente no solo vuelve a estar en paz con su familia, sino consigo mismo.
Ver: ❝𝗖𝗼𝗻𝘀𝘁𝗲𝗹𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻❞ del consultante (en un grupo o individual) integrando la teoría del apego de John Bolwlby, la terapia del psicotrauma y, el psicoanálisis relacional, con las Constelaciones Familiares, complementando Los Ordenes del Amor y los Movimientos del Alma de Bert Hellinger...
𝗟𝗮 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗣𝗿𝗼𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗣𝘀𝗶𝗰𝗼𝘁𝗲𝗿𝗮𝗽𝗶𝗮:
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Humberto Del Pozo López
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