28/11/2025
En el neurótico obsesivo hay una inversión del amor en odio, no una sencilla cortina de humo, sino una verdadera sustitución de amor en odio, por lo que el neurótico obsesivo frente a las recriminaciones del Superyó, en tanto no hay identificación con el objeto al cual recrimina el Superyó, ese impulso de destrucción que carga su Superyó, el neurótico obsesivo lo descarga sobre el objeto.
Entonces la vida del neurótico obsesivo se divide en dos: el autorreproche y luego, cuando accede a conseguir una pareja, la tortura de la pareja.
Mientras que en el melancólico, autorreproche y castigo hasta la muerte.
Miguel Oscar Menassa