21/11/2025
DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN
DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
25 de noviembre de 2025
Como en años anteriores, desde Unidad Progresista de la ONCE (UP) deseamos conmemorar el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, ya que siguen aumentando los casos de mujeres víctimas de violencia de género.
Desde que en 2003 comenzaron a registrarse estos casos, ascienden a 1.333 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, siendo ya 38 a las que han matado en lo que va de año, de las que 30 no habían interpuesto denuncia. Además, a manos de las parejas o exparejas de las mujeres víctimas de violencia de género, desde 2013 ha habido 65 menores víctimas mortales, entre los que se encuentran los 3 que han sido asesinados este año como resultado de la violencia ejercida sobre ellos.
Desde UP queremos reafirmar nuestra convicción por la necesaria defensa de la igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres, tengan o no discapacidad. Reivindicamos la necesaria existencia y eficacia de políticas que garanticen la erradicación de todo tipo de violencia y discriminación. A veces confundimos y disculpamos ciertos actos con determinadas “prácticas” arraigadas en nuestra cultura y entorno, pero no podemos mirar para otro lado, y es el momento de ofrecer nuestra ayuda y colaboración a quienes están sufriendo esta violencia, que se manifiesta de muchas formas, no siempre visibles en un primer momento. Hay actitudes que no debemos normalizar, por muy asentadas que estén en determinados ámbitos.
En el Grupo Social ONCE eran 100 las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género que se contrataban cada año hasta 2024, y este año ya hemos superado esta cifra en los primeros nueve meses. Esto es gracias a una mayor detección y derivación, así como a una creciente sensibilidad y conocimiento hacia esta realidad. Algunas de ellas tenían discapacidad cuando comenzaron a sufrir la violencia y otras la adquirieron a consecuencia de los malos tratos recibidos, en varios casos durante años.
Para avanzar en la erradicación de la violencia es preciso unir fuerzas y sumar voluntades, y desde UP extendemos nuestra mano para colaborar con las entidades y organizaciones expertas en la materia, para que nos ayuden y atiendan de forma adecuada a las mujeres cuya situación conozcamos y ellas estén de acuerdo en compartir, porque si bien todas las personas podemos ser objeto de abuso y discriminación, la violencia de género afecta específicamente a las mujeres, y es más dañina cuando la discapacidad está presente.
En UP somos más de 43.500 personas asociadas y simpatizantes de todas las edades, en el Grupo Social ONCE superamos las 77.000 personas en plantilla y en la ONCE hay más de 72.000 personas con ceguera y deficiencia visual grave afiliadas a
la Institución. Por tanto, es probable que tengamos casos más cerca de lo que
pensamos; ofrezcamos nuestro apoyo cuando los detectemos. La decisión de qué hacer es de las víctimas, pero no tienen por qué recorrer el camino solas.
Es fundamental reforzar los sistemas de atención sanitaria y social para dar respuesta a las necesidades de todas las mujeres y adaptarse a las particularidades de cada caso. Porque si la protección es vital para cualquier víctima, para alguien que no ve a su agresor por carecer de resto visual suficiente, para alguien que no le oye acercarse por tener una pérdida auditiva importante, o para una mujer que no puede salir corriendo porque se desplaza en silla de ruedas, una detección tardía o insuficiente puede resultar fatal para su supervivencia.
Demandamos dotar a los puntos violeta y de atención de recursos humanos y materiales suficientes y bien formados, para atender con profesionalidad, cercanía y rigor, debiendo actualizar los protocolos existentes e incluir en ellos cómo se debe actuar si la víctima tiene una determinada discapacidad.
Además, hay que abordar esta realidad en las aulas, para que las y los adolescentes se sientan aludidos en la importancia de practicar el respeto mutuo y hacia uno mismo. Se debe explicar cómo actuar ante algunas manifestaciones reflejadas en redes sociales, a las que a veces instintivamente nos sumamos por considerar que lo hacemos desde el anonimato.
Debemos pensar que la libertad de expresión tiene una frontera definida, y es el daño que a una persona le pueden hacer determinadas afirmaciones o acciones.
Desde UP creemos en la fuerza de la acción colectiva para crear entornos seguros, saludables y libres de violencia.
El amor está basado en el respeto