03/11/2020
La obesidad infantil es una grave enfermedad en la que, el peso adicional del niño o adolescente, suele desencadenar problemas que antes solo eran considerados en los adultos (diabetes, colesterol alto, etc.).
Los principales factores de riesgo son la dieta, la falta de ejercicio físico, factores hereditarios, factores psicológicos y factores socioeconómicos.
Por otro lado, la existencia de esta problemática puede derivar en diabetes de tipo 2, síndrome metabólico, colesterol y presión arterial alta, asma, enfermedades del hígado graso no alcohólico, trastorno del sueño, fractura de huesos, baja autoestima, depresión, problemas de comportamiento y aprendizaje, etc.
Para prevenirla, debemos limitar o evitar la ingesta de bebidas azucaradas, incluir en la dieta muchas frutas y verduras, evitar ir a restaurantes de comida rápida o educar para que se elijan las opciones más saludables, adaptar las proporciones de comida a su edad, limitar el uso de las tecnologías.
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