05/11/2025
Cuento sobre interferir en los procesos ajenos, aún con la mejor intención.
Reflexión de buena mañana 🫶🏻
"Un profesor que impartía una clase de ciencias en el laboratorio de un colegio, mostraba a sus alumnos como, realizando un preciso corte de bisturí, ayudar a un gusano de seda a salir de su crisálida.
Era una tarea delicada, pues se trataba de no dañar a la frágil mariposa que se encontraba en el interior del capullo.
Una vez terminada la experiencia, todos los niños quedaron sorprendidos al comprobar que ninguna de las mariposas liberadas era capaz de volar.
La moraleja es bien sencilla: las mariposas necesitan ejercitar sus alas para estar preparadas para el vuelo. Esta preparación la consiguen gracias al esfuerzo realizado para romper por si mismas el capullo. Si con nuestra mejor intención, hacemos el trabajo por ellas, las privamos de su capacidad para volar, anulamos su proceso evolutivo."
¿Cuántas veces hemos sentido el impulso de pretender “salvar la vida a alguien”?
La compasión es a veces mal comprendida. Cuando pretendemos ayudar a alguien sin su permiso, o sin que nos haya pedido ayuda, le estamos obligando, sin querer (y con toda nuestra mejor intención), a comenzar su proceso otra vez desde el principio, privándole de sus propias lecciones del alma, de su aprendizaje, de poder manifestar su potencial...
Además, en el fondo, si lo pensamos, estamos actuando desde un 'ego' que dice: yo sé/puedo más que tú...
Es natural que queramos ayudar. El límite está en el libre albedrío de los demás.
Como dicen un mensaje Akáshico muy recurrente: ningún ser debe hacer por otro lo que le corresponde hacer por sí mismo...
Darle la oportunidad de aprender a su manera, es AMOR.
Devolverle una mirada sin juicio hacia lo que está viviendo, cómo debería ser, estar... es compasión.
Dedicado a todo el mundo, pero especialmente a quienes nos dedicamos al servicio a los demás.
Por si te sirve...