09/04/2025
Porque en las palabras habita el alivio, la comprensión, el abrazo invisible que calma. Una charla honesta puede curar heridas que ni el tiempo ha podido cerrar. Escuchar y ser escuchado es un acto sanador, casi milagroso. En tiempos donde el silencio duele más que el ruido, hablar se vuelve un acto de resistencia, de vida. Las emociones no expresadas se pudren dentro, pero al nombrarlas, se transforman. Por eso, hablar no es solo importante: es urgente, necesario, vital.