02/12/2020
Lo que vemos afuera es el reflejo de lo que llevamos adentro.
Si deseamos poder ver más allá de nuestros condicionamientos, patrones y referencias del pasado, de nuestro ego y nuestra personalidad, debemos cultivar el desarraigo de aquello que creemos que somos, ampliando las fronteras de nuestra mente, pudiendo así expandirla. Se pueden cultivar técnicas y actitudes mentales que nos ayudan a ver más allá de nosotros mismos, y así no quedarnos estancados en nuestra limitada perspectiva tanto de lo que vemos, como de lo que creemos ser.
Desde la óptica del Ayurveda esto es sencillo de entender, mas no fácil de experimentar para todo el mundo, pero sí posible. La mente egoica es denominada "Manas"; la mente que piensa, la mente racional, y la mente que proporciona la identidad del "yo" (Ahamkara). Mucha gente se queda empantanada en ese punto, en ese sentido de identidad; sin embargo, hay mucho más. Después está "Buddhi", que también es mente, pero no se encuentra limitada ni circunscrita a una identidad definida, pues su identidad es cósmica, y por tanto, inconmensurable. Está intrínsecamente ligada a la Divinidad y al Principio Creador. Después hay más aún... Pero para llegar a Ello se necesita de una liberalización mayor, absoluta.
Se empieza por el auto-conocimiento y se termina ahí mismo. Cuando realmente te conozcas y reveles tu verdadera naturaleza, verás al ser ilimitado que eres; siendo igualmente ilimitada tu realidad; algo que nunca te has permitido porque nunca llegaste siquiera a concebir tanto poder y magnificencia en ti. Por lo tanto, para lograr un desacondicionamiento, el primer paso es darse cuenta de que esos límites no existen en verdad, son únicamente una ilusión, y sólo tú los estás permitiendo. Por ende, sólo en tu mano está liberarte de ellos...
Cuando veas expansión serás expansión;
Cuando veas grandeza serás grandeza;
Cuando veas amplitud serás amplitud;
Cuando veas libertad serás libertad.
Cuando veas a Dios en ti, serás libre.
-Paola Guerrero