26/08/2020
Paloma Rubio Galán, presidenta de nuestra entidad federada Afadacs Torrejón, ha querido compartir con nosotros este bonito testimonio personal sobre cómo afecta la llegada del a los miembros de la familia. No podéis perderoslo. Merece mucho la pena:
HOMENAJE A LOS HERMANOS
"Cuando el DCA llega a una familia es como una espada de Damocles que atraviesa a todos los miembros de arriba abajo.
En el punto más álgido se encuentran los hermanos. Es indiferente si el hermano es mayor o menor. Si es mayor, asumirá aún más pronto la responsabilidad que tenía como hermano mayor: deberá asumir roles que no le correspondían, protegerá y defenderá a su hermano como nunca lo habría hecho; si el hermano es menor, se saltará un paso en su vida, sin entender el por qué y se convertirá directamente en el hermano mayor.
A ese hermano, hay que explicarle cómo está su hermano, cómo ha cambiado, cómo hay que tratarle. Se le explicará que su hermano no es el mismo, que puede ser mejor o peor, pero siempre diferente. Aprenderá en pocos años un máster que nunca hubiera deseado cursar, se convertirá sin quererlo en su terapeuta, psicólogo, educador, profesor etc sin tener la titulación adecuada.
Este hermano necesita espacios propios con sus padres, únicos, donde él pueda ser el que debe ser, donde transmita sus dudas e inquietudes y vuelva a sentir el amor y contacto con sus progenitores. Se le debe dar su espacio, su lugar en la familia y recuperar lo antes posible la situación anterior. El no hacerlo o hacerlo a destiempo, sólo provocará tensión, malestar y podría llegar a tener grandes consecuencias. Los hermanos siempre sienten que se les abandonó, que se les privó de sus padres, se sienten culpables, o hacen culpables al hermano o padres. Es importante que entiendan que las circunstancias son las que son y que sus padres deben prestar ahora más atención a su hermano, pero que ellos son igual de importantes y prometerles y cumplir ese momento, espacio, paseo etc… que se les promete.
Una vez pasada la fase aguda y si hemos trabajado bien esa fase, pasaríamos a otra en la que el hermano cobrará más protagonismo convirtiéndose en el apoyo incondicional de su hermano, en su más delgada sombra y por encima de todo, en la mejor versión de sí mismo. Solo un hermano que ha convivido o convive con otro hermano con DCA, me entenderá. Se convierten en excelentes personas, con grandes valores que quién sabe cuáles serían de no haber ocurrido este hecho.
Homenajeemos a esos hermanos, que lejos de parecer un problema añadido, nos pueden aportar mucho alivio, amor, disfrute y todas aquellas cosas que el otro hermano, por una u otra circunstancia no nos podrán proporcionar."
Paloma Rubio Galán, presidenta de AFADACS.
Dedicada a mi hija, hermana de afectado, Beatriz Auñón Rubio y a todos los hermanos