10/11/2025
WELLBEING | Vivimos en una era en la que el tiempo se ha convertido en uno de nuestros recursos más valiosos, pero también en uno de los que con mayor facilidad desperdiciamos. A menudo decimos que “no tenemos tiempo”, que los días no nos alcanzan, que la presión por ser productivos nos sobrepasa, o que llegamos a la noche agotados sin haber hecho aquello que realmente nos importa.
En los procesos de coaching orientados al desarrollo profesional, comprobamos que el problema no radica en la falta de tiempo, sino en cómo lo gestionamos. Gestionar el tiempo no significa hacer más, sino priorizar lo esencial sin poner en riesgo nuestro bienestar físico y mental. La verdadera productividad no consiste en correr contra el reloj, sino en encontrar un equilibrio saludable entre los resultados y el bienestar personal.
Hoy reflexionamos sobre el tiempo: ese recurso limitado y valioso que, bien gestionado, puede convertirse en la base de una productividad más consciente, equilibrada y con propósito.
Vivimos en una época en la que el tiempo se ha convertido en uno de nuestros bienes más valiosos, pero también en uno de los más malgastados. Nos quejamos de que “no tenemos tiempo”, de que el día no nos da para todo, del exceso de la productividad, o de que llegamos a la