20/12/2025
A veces, la herida no viene de grandes traumas, sino de lo que faltó: una mirada que no calmó, una palabra que no cuidó, un abrazo que no llegó.
De pequeños, aprendemos a protegernos del dolor cerrando el corazón, pero esa coraza también nos aísla del consuelo.
Sanar no es olvidar lo que dolió, sino permitir que alguien te vea sin miedo, que tu historia tenga otro final: uno donde pedir ayuda no es debilidad, sino autocuidado.
Porque la herida sana cuando alguien te escucha sin juzgar, te mira sin exigirte, y te hace sentir que no estás equivocado por sentir.
¿Te resonó alguna frase del carrusel? 💬
Guárdalo si estás en ese proceso de sanar despacio. 🌱