11/05/2017
la Madera se asocia al movimiento hacia fuera y a la primavera, al despertar de las cosas, la mañana, a la libertad, la expansión, el desarrollo, los deseos, la creatividad, la generosidad y flexibilidad. Se relaciona con el color verde; el viento, el sabor ácido agrio, el hígado y la vesícula biliar, músculos y tendones. También con la ira y el subconsciente que nos ayudan a tomar decisiones de lo que queremos: Si no escuchamos la ira ni tomamos decisiones desde nuestro interior la emoción se convierte en frustración, irritabilidad, resentimiento.
El Fuego se le relaciona con la luminosidad, mediodía, con el color rojo, el verano, con el corazón e intestino delgado, el sabor amargo, la sonrisa, con el sentimiento de la alegría que da bienestar pero en exceso se convierte en sobreexitación, agitación o estrés
La Tierra se relaciona con los cambios de ciclo, con la transformación, color amarillo, sabor insípido. En el cuerpo humano se refleja en la boca, bazo y estómago, sentido el gusto, se relaciona con la reflexión que nos hace tomar la decisión adecuada - pero la reflexión en exceso da lugar a la obsesión.
El Metal representa el movimiento hacia dentro y la estación otoñal, la claridad, la piel y el vello, el pulmón, intestino grueso, nariz, el sabor picante, el color blanco, se relaciona con el recuerdo-nostalgia pero que en exceso da lugar melancolía/tristeza crónica.
El Agua se vincula con la energía descendente representada en el invierno, con la noche, lo frío , está asociado al almacenamiento, a los huesos , riñón, vejiga, color azul, sabor salado, al oído, la responsabilidad; se relaciona con estar alerta o el miedo momentáneo que nos hace reaccionar, pero si el miedo se hace duradero se vuelve crónico y nos inmoviliza y aparece la duda