04/08/2025
Efigenio Amezúa fue mi maestro. El que me abrió las puertas a la sexología y dejó una huella imborrable en mi forma de acompañar a las personas.
Hace poco participé en una formación con otros profesionales para reencontrarnos con su ética y su forma única de entender el deseo, el vínculo y la diferencia.
No fue solo un reciclaje: fue volver al origen, a esa sexología profunda, no dependiente, pero sí dialogante y sin complejos. La que observa, analiza, y no se pierde en ideologías.
Un año después de su partida, seguimos sintiéndolo cerca.
Gracias por tanto, Efigenio.