06/11/2025
¿Genética o ambiente?
El caso de estos dos hermanos nos recuerda algo esencial: cómo respiramos, masticamos y descansamos puede moldear literalmente nuestra cara.
Ambos comparten ADN, pero su desarrollo facial es muy distinto.
Uno respira mejor, tiene una mandíbula más armónica y una vía aérea más despejada.
El otro presenta una mayor compresión de estructuras, lengua baja, obstrucción nasal y un riesgo oculto: una vía aérea colapsada.
A través de su análisis, entendemos cómo pequeñas diferencias en hábitos y respiración marcan grandes cambios a largo plazo.
Este no es solo un tema estético. Es funcional. Es salud.