31/10/2025
Recortar figuras simples (como esta calabaza que nos ha hecho Vera de 4 años) es una actividad que estimula varios sistemas sensoriales:
Sistema táctil: Al manipular las tijeras y el papel, recibe distintas sensaciones de textura, presión y temperatura, lo que ayuda a mejorar la discriminación táctil y la tolerancia sensorial.
Sistema propioceptivo: La presión que ejercen los dedos fortalece los músculos y mejora la conciencia corporal sobre el esfuerzo necesario para realizarlo.
Sistema vestibular: Al mantener la postura mientras recorta, ejercita el sentido del equilibrio y la coordinación entre cabeza, ojos y manos.
También trabaja la coordinación visomotora (ojo-mano): El seguimiento de la línea de recorte integra la información visual con la acción motora, fomentando la precisión y la planificación motriz.
Atención y autorregulación: Recortar requiere concentración, control del movimiento y ritmo, lo que contribuye a la regulación emocional y al desarrollo de la paciencia y la persistencia.