16/10/2025
🌸 Sostenerse sin cerrarse
Amar sin desgarrarse, sentir sin perderse.
Cuando el amor duele, la primera defensa suele ser cerrar el corazón.
Y a veces, en ciertos momentos de la vida, esa fue la única manera que tuvimos para sobrevivir al dolor.
Cerrar el corazón fue, en su momento, una forma de cuidado, una estrategia de protección cuando el amor parecía inseparable del sufrimiento.
Pero con el tiempo, esa coraza que nos protegió también puede volverse una prisión. Porque al cerrarnos al dolor, sin quererlo, también nos cerramos a la belleza, a la ternura y a la vida que intenta alcanzarnos.
Existe otro camino: aprender a sostenernos con el corazón abierto y protegido a la vez.
Un corazón puede volver a abrirse cuando encuentra un espacio donde se siente seguro. Así como nos cerramos en relación, también en el encuentro puede nacer la posibilidad de abrirnos nuevamente.
Cuando alguien nos ofrece presencia sin juicio, ternura sin exigencia, algo en el corazón recuerda que es posible volver a confiar, volver a sentir. Entramos entonces en la experiencia de sentirnos acompañadas, miradas, sostenidas en nuestra vulnerabilidad.
Sostenernos sin cerrarnos es un arte delicado, un aprendizaje afectivo. Y como todo arte, requiere tiempo, paciencia y ternura hacia lo que somos.
A veces, sanar es simplemente permitirnos sentir en compañía.
Como una raíz que se afirma en la tierra, hay frases sencillas que nos recuerdan caminos profundos de transformación:
✨ Lo que un día fue defensa, hoy es camino de amor.
Deseo que esta reflexión te inspire y sea luz en tu camino 💛
Con cariño,
Leticia