22/07/2020
Esta es la historia de don Sonrisas falsas.
Érase una vez un hombre que intentaba llevarse bien con todo el mundo tuvo una gran lección de vida...
Por donde el cruzaba lanzaba una sonrisa por muy mal que le cayera la persona, intentaba ser alguien que no era en realidad por miedo a que le conociesen realmente.
Una vez decidio emprender un viaje a otra ciudad que desconocía totalmente, solo escuchaba hablar de ella. La ciudad se llamaba zadrut zachamracht (piedra Blanca) un lugar hermoso y al que todo el mundo deseaba ir para tener un futuro mejor. Decían que en esa ciudad encontrabas árboles de hojas de dinero y maceteros de oro.
Cuando entro a la ciudad no sabía hacia dónde dirigirse, ni a donde ir, no conocía a casi nadie.
Empezó a vagar sin un rumbo durante horas y horas hasta que vió en el suelo un billete de cincuenta euros, lo cogió muy contento e intentó buscar más, a lo lejos vió otro y otro, hasta que sin darse cuenta se metió en un laberinto... Miraba a las paredes desconcertado y perdido, estaban echas de unas ramas muy gruesas, aunque intentáse abrir camino entre ellas no podía, decidió caminar por el laberinto y ver que destino alcanzaba. Caminó un ratito pero estaba muy cansado porque había emprendido un largo viaje y andado durante mucho tiempo, deció sentarse y echarse un rato, durmió durante horas y horas como un bebé y cuando se despertó no estaba en el mismo lugar.
Abrió los ojos y no se lo creía, los volvió a cerrar y a abrir y seguía sin creer lo que veía en frente suya. Había cientos de árboles con hojas de dinero y maceteros de oro con florecillas que tenían pétalos de diamantes, al ver todo eso se puso muy contento y empezó a saltar de la alegría, no sabía que coger, ni por donde empezar.
Entre sus cosas traía dos grandes sacos, los empezó a llenar con los maceteros de oro y empezó a arrancar dinero de los árboles, estaba eufórico y no sabía que agarrar, sólo pensaba en el dinero que tendría y lo poderoso que sería, repetía una y otra vez :
"no entrara a mi casa nadie que no soporte"
"no aceptaré caridad de mi suegra"
"no dejaré que mis hijos trabajen"
"dejaré de sonreír a todo el mundo porque me caen muy mal"
"estos perros me harán ahora la pelota a mi"
"me compraré un lujoso coche para dar envidia"...
Y así durante todo el tiempo que estuvo recogiendo todo lo que encontraba. Cuando ya estaba exhausto de tanto llenar los sacos, se sentó y de la nada comenzó a llover muy fuerte, todo lo que había en frente suya empezó a desaparecer con la lluvia, los árboles y los maceteros empezaron a derretirse como si fueran bloques de hielo, todo se volvió agua y el laberinto en el estaba desapareció, se quedó sin nada y solo en medio de un descampado.
¿Sueño o realidad? ¿fue El karma, una lección, justicia o venganza contra un desagradecido ?