29/11/2025
Vivimos en la era de lo inmediato: notificaciones, historias que desaparecen, noticias que se consumen en segundos… Nuestro cerebro se ha acostumbrado a estímulos constantes y rápidos, y eso tiene un precio. La atención, esa capacidad tan valiosa de sumergirse en lo que realmente importa, se vuelve frágil.
No es solo distracción; es fatiga cognitiva. Cada vez que cambiamos de pantalla, de conversación o de tarea, nuestro cerebro invierte energía en adaptarse, y con el tiempo se vuelve más difícil concentrarse, reflexionar y conectar.
🌿 El valor de la atención plena:
• Escuchar de verdad a alguien sin pensar en la respuesta inmediata.
• Leer un libro sin mirar el móvil cada 5 minutos.
• Disfrutar de un paseo sin la presión de “registrarlo” en redes.
Prestar atención es un acto de cuidado contigo y con los demás. Practicarlo, aunque sea unos minutos al día, fortalece tu memoria, reduce el estrés y mejora tus relaciones.