30/11/2015
Los días 19 y 20 de noviembre, se celebró en Oviedo la ultima edición del Foro de Ética y Envejecimiento.
Este Foro se ha convertido ya en una cita habitual y de asistencia inexcusable para todos los que tenemos inquietudes en el mundo de la ética y la vejez. Un Foro que goza de una excelente salud y que llegó ya a su duodécima edición en plena forma, y que este año recuperó su formato habitual, teniendo de nuevo dos días de duración.
Pusimos sobre la mesa temas de gran actualidad, algunos de ellos con gran complejidad, que, gracias a unos ponentes excepcionales, tuvimos una experiencia muy enriquecedora y con gran debate en la sala.
Unos de los temas principales que abordamos fueron las diferentes competencias entre los profesionales sanitarios, propias y compartidas. Es un tema que la Ley 44/2003 de ordenación de las profesiones sanitarias, establece de manera poco precisa, probablemente con toda la intención, provocando la necesidad de resolver las competencias mediante pactos entre los diferentes profesionales. En Geriatría, con la especialización de médicos y de enfermeros en esta disciplina, nos encontramos en muchas ocasiones ante la difícil situación de aclarar qué compite a quién o si una tarea en concreto es compartida por diferentes profesionales.
Otro tema que tratamos fue la seguridad del paciente, completamos una mesa con cuatro ponentes, que resultó realmente interesante. Las diferentes intervenciones en la atención de salud se realizan con la idea de beneficiar al paciente, pero también pueden causar daño. Aparte de la principal y primera victima, el paciente, que sufre este acontecimiento adverso, también conlleva una segunda victima, el profesional sanitario, con consecuencias tanto a nivel personal como profesional, llegando a casos incluso de abandono del trabajo.
Comentamos también los aspectos éticos y de comercialización de los nuevos fármacos y la sostenibilidad del sistema sanitario con el gasto farmacéutico como telón de fondo. Un tema de gran controversia es la sistemática exclusión de los pacientes ancianos de los diferentes ensayos clínicos y estudios de investigación. Esto conlleva que los profesionales que nos dedicamos a la atención de pacientes mayores, nos puedan entrar dudas acerca de si un nuevo fármaco ha sido o no testado en nuestro grupo poblacional, con diferentes características respecto al resto de la población, o si es eficaz o no y que efectos secundarios produce en nuestros pacientes.
Por último y no por ello menos importante, fue la conferencia de clausura sobre la modificación de la ley 41/2002 sobre la autonomía del paciente, donde subraya que toda atención sobre un paciente tiene que estar dirigida en beneficio de la vida y de la salud del paciente. Esto conlleva que en determinadas situaciones podamos entrar en un encarnizamiento terapéutico, aumentando el sufrimiento del paciente y de su familia.
La encuesta de satisfacción del Foro por los asistentes fue excelente, con gran cantidad de sugerencias para abordar diferentes temas en futuras ediciones, lo que nos da impulso para seguir trabajando en este Foro.