05/12/2025
Diciembre suele llegar con una sensación particular: la necesidad de cerrar ciclos, de cumplir los objetivos que nos marcamos en enero y de “llegar” a todo antes de que termine el año.
A esto se suman las reuniones familiares, los encuentros con amistades y la presión (muchas veces invisible) de estar disponible, acompañar, celebrar y rendir.
Sin embargo, no hace falta cumplir con todo para terminar bien el año.
Este mes también puede vivirse como un espacio de calma, introspección y revisión amable:
✔️ mirar hacia atrás sin fustigarte,
✔️ reconocer lo que sí hiciste,
✔️ aceptar lo que no llegó,
✔️ y permitirte elegir dónde querés estar y dónde no.
Decir “este año no llegué a todo” no es fracaso; es honestidad emocional.
Y decir “hoy no puedo quedar” también es un acto de autocuidado.
Ojalá diciembre pueda ser más liviano, más consciente y más conectado contigo.