Eduardo Prieto Psicólogo

Eduardo Prieto Psicólogo Num.Col.B-02317 Porque la salud mental es tan importante como la salud de nuestro cuerpo. No podemos esperar que las cosas cambien haciendo siempre lo mismo.

Muchas veces sabemos qué queremos, pero necesitamos que nos digan cómo.

Cuidado en cómo deseamos las cosas.¿Qué hace que cada uno de nosotros nazcamos en un lugar en concreto? Eso, determina n...
26/09/2020

Cuidado en cómo deseamos las cosas.

¿Qué hace que cada uno de nosotros nazcamos en un lugar en concreto? Eso, determina nuestra vida. Ese lugar, tiene una situación socio-económica ya marcada. Nacemos en un sistema que nos va a dar unas oportunidades diferentes a las que tendríamos si naciésemos en otro lugar diferente. Por ejemplo, en el caso más extremo, ¿Qué hace que un niño nazca en el seno de una familia acomodada de Nueva York, y que otro nazca en el seno de una familia luchadora del África profunda? ¿Por qué a ese niño le ha tocado vivir una situación que, a simple vista, puede parecer más cómoda y confortable que la que le ha tocado al africano? ¿Por qué así y no al revés? Seguro que el Americano no va a tener que enfrentarse a las mismas situaciones que el africano.
Podríamos buscar la respuesta a esta cuestión en diferentes personas, culturas y religiones. Podríamos enfocar esta pregunta desde el extremo más empírico que pudiésemos adoptar hasta el extremo más filosófico, o incluso religioso. Sin embargo, podemos reunir todas esas respuestas, todas esas teorías y ninguna de ella dejaría satisfecha todas las posturas. Tanto si pensamos que es una cuestión de azar, en el sentido empírico; como si pensamos que se trata de una cuestión de Karma, o decisión celestial, no hay ninguna postura que deje satisfecha el resto de posturas. No hay una verdad absoluta.
Pensemos por un momento e intentemos imaginarnos que tenemos la capacidad de decidir en qué situación socio-económica queremos que nazca la próxima persona que vaya a nacer, o incluso, decidir en qué situación socio-económica nos hubiese gustado nacer si lo hubiésemos podido decidir. Quizá no todos coincidimos en lo mismo, pero lo que es seguro es que elegiríamos la mejor de las condiciones, independientemente de lo que cada uno considere por “mejores condiciones”. A esa persona, solo por haber nacido, y sin conocerla de nada, le hemos deseado que nazca en la mejor de las condiciones. Esa persona, todavía no ha tenido tiempo de hacer nada, pues ni siquiera ha nacido. Esa persona, todavía no ha hecho nada para merecerse que le pongamos a vivir en el mejor sitio. Esa persona se lo merece solo por haber nacido, por ser una persona, solo por SER.
Nos merecemos lo mejor y eso es algo que no solo nos olvidamos muchas veces sino que, además, muchas veces tenemos programado de manera inconsciente que hay cosas que no nos merecemos del todo, como si hubiese cosas para las que no somos lo suficientemente buenos o como si hubiese cosas a las que no vale la pena que aspiremos. Tenemos ese pensamiento tan arraigado que, sin darnos cuenta, nos limita y evitar situaciones que podría llevarnos a situaciones de abundancia, como si no nos la mereciéramos, olvidándonos de que no necesitamos habernos portado bien, o mal, en este mundo para merecernos lo mejor de todo el universo. Nuestra vida no puede cambiar si nos aferramos a que esto que tenemos es justo lo que nos merecemos o a lo que podemos aspirar.
Pensemos en lo que “deseamos” para sentirnos abundantes. Es probable que muchos coincidamos en algunas cosas, mientras otros lo hacen en otros y podamos así sacar unos estadísticos de cosas que comúnmente necesitamos para sentirnos abundantes. Y sin embargo, ¿Existiría algo común a todos? Si todos tuviésemos que elegir solo una cosa, ¿Existiría algo que elegiríamos todos? En el caso de ejemplo, ¿Elegirían lo mismo el niño americano y el africano?
Si deseamos algo, estamos fijándonos en una necesidad. Estamos centrando nuestra atención en una necesidad, una carencia, en algo que no está y que nos gustaría que estuviese. ¿Es ese deseo algo que necesitemos? ¿Necesitamos ese deseo? Es indiscutible que es bueno tener aquello que estamos deseando. Pero, ¿es bueno tener ese deseo? Estamos centrando la atención en una carencia dejando de lado el resto de cosas que, sin prestarle atención, sin tenerlas también estaríamos deseando tenerlas. Estamos dejando de lado nuestra abundancia. Estamos dejando de lado disfrutar y sentirnos agradecidos por nuestra abundancia con frustraciones y deseos. ¿Qué pasaría si nos dirigiésemos a los objetivos solo siendo consciente de que queremos conseguirlos, sin la NECESIDAD de conseguirlo? Puedes querer algo con todas tus fuerzas, pero cuando esperas conseguirlo sin la necesidad de tenerlo, no sufres mientras llega a tu vida.
Nos levantamos cada día para ir a trabajar para conseguir un dinero que aún no tenemos, ahorramos dinero para conseguir algo que aun no hemos comprado, poder ir a cenar a un sitio al que aún no hemos ido, estudiando para encontrar un trabajo que aún no tenemos… ¿Qué pasaría si, aunque solo fuesen 5 minutos al día, nos centramos en aquello por lo que sí somos abundantes? ¿Aunque solo sea un momento, a medida que nos vayamos acordando a lo largo del día, tomamos consciencia de las cosas por las que si somos abundantes y sentimos ese sentimiento de agradecimiento a la vida que nos nace? ¿Qué podría pasar?

Volvamos a un mundo mejorMuchos de nosotros estamos viviendo un episodio en nuestras vidas sin precedentes, que no había...
15/04/2020

Volvamos a un mundo mejor

Muchos de nosotros estamos viviendo un episodio en nuestras vidas sin precedentes, que no habíamos vivido nunca. Estamos siendo bombardeados con información que muchas veces puede resultar incluso contradictoria, intentando encontrar esa fecha, aunque sea aproximada, sobre cuándo terminará toda esta situación.

Todos habremos recibido algún mensaje o artículo en el que se defiende y promueve un sentido a toda esta situación. Una situación que promueve un objetivo de aprendizaje personal y de cambio en los cimientos de la sociedad que nos llevará a encontrarnos con un mundo mejor.

Muchos “guías espirituales”, oradores de paradigmas “new age” y filósofos, defenderían que este episodio lo superarán las personas que hayan aprendido y salgan fortalecidos de ella. Pero, ¿Cómo se hace eso?. Veamos:

Salir fortalecido de una situación adversa es la perfecta definición de lo que en psicología se conoce como “resiliencia” y, además, esa capacidad de TODO ser humano siempre viene asociado a un incremento de la felicidad, autoestima y resistencia.

Nos hemos visto obligados a confinarnos. Es decir, nos hemos visto obligados a abandonar nuestras rutinas cotidianas y todas las costumbre y ritmos de vida que teníamos, llevándonos a encontrarnos con nosotros mismos de frente. La situación nos conduce a encontrarnos con nuestra vida personal sin poder salir de ella.

Nos hemos encontrado con el hogar que habitualmente habitamos, las relaciones personales que hemos cultivado y los hobbies a los que hemos dedicado nuestro tiempo de ocio y, sin embargo, a pesar de que la idea de pasar mucho más tiempo en casa puede sonar bien es muy probable que no nos encontremos a gusto, que estemos experimentando ansiedad, un estado de ánimo depresivo o que incluso estemos abusando de conductas adictivas como el tabaco, la comida basura o incluso el alcohol.

Sólo en cierta medida, estas emociones son normales. Esta situación no tiene precedente sobre los que guiarnos haciéndonos convivir con incertidumbre, pérdida de rutinas y relaciones sociales habituales, algo que inherentemente repercute en nuestro estado de ánimo y bienestar psicosocial.

Pero, ¿Qué oportunidad nos está ofreciendo esto? Este encuentro con nosotros mismos nos tiene que servir para conocernos mejor y, sobretodo, alinearnos con nosotros mismo:

Puede ser una gran oportunidad tomar consciencia de las cosas que echamos de menos. Esas cosas que antes eran tan normales que no les prestábamos atención y que ahora contamos los días para volver a hacerlo. Esas cosas son las que hay que asegurarse mantener en ese “mundo nuevo” enriqueciéndo así nuestra vida personal sintiéndonos más felices.
Es también un buen momento para dedicar más tiempo a nuestros hobbies permitidos durante el confinamiento e incluso perfeccionando nuestra destreza en ellos. Algo que parece tan simple y corriente, nos va a ayudar a sentirnos realizados. Además, nos permite tener tiempo para experimentar nuevos hobbies y desarrollarlos. Ya que vamos a pasar mucho tiempo en casa, ¡hagámos cosas que nos guste!
¿Qué pasaría si encontrásemos la manera de dedicarnos a alguno de nuestros hobbies? Puede parecer descabellado añadir más incertidumbre a nuestro futuro buscando otro trabajo pero, ¿Cómo sería? Quizá pueda ser solo un sobresueldo, quizá un cambio radical en nuestra vida.

Soñar es gratis así que hagámoslo. Soñemos en cómo queremos que sea el mundo para nosotros cuando toda vuelva a la “normalidad” para que sea diferente.
Planifiquemos las cosas que haremos para que nuestra vida personal sea diferente, para que dediquemos tiempo a las cosas que nos motiva y que ahora echamos de menos. Si todos lo hiciésemos, volveríamos al mundo siendo más felices, con una vida personal mucho más rica creando entre todos una sociedad diferente.

Esta es otra más de nuestras responsabilidades actualmente. Hagamos que todo esto sirva para algo.

Volvamos a un mundo mejor.

Eduardo Prieto Psicólogo.

Dirección

Palma De Mallorca

Horario de Apertura

Lunes 09:00 - 20:00
Martes 09:00 - 20:00
Miércoles 09:00 - 20:00
Jueves 09:00 - 20:00
Viernes 09:00 - 20:00

Teléfono

+34675894126

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Eduardo Prieto Psicólogo publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn
Share on Pinterest Share on Reddit Share via Email
Share on WhatsApp Share on Instagram Share on Telegram

Categoría