05/02/2023
Merecimiento
¿Que merezco?
Aquí hay 2 diálogos y dos respuestas irreconciliables:
Por una parte el GRANDIOSO en el que digo Merezco lo mejor¡ soy perfecta¡ buena¡ agradecida¡ y generosa... Pero que viene acompañado de mi verdad interna (inquebrantable) y un dialogo de pequeñez.
Es esa pequeñez, la que no me deja cambiar mi verdad, que a su vez como
“verdad que siento " la veo y condiciona mi mundo externo.
Dijo Jesús a sus discípulos: Ingratos os falta FE para creer...
En esa expresión todo cobra realidad en mí.
Sin fe no hay merecimiento, sin fe gobierna mi pequeñez.
Dónde no soy suficiente (Culpa).
Donde no soy válida (Defectos y juicios).
Donde no soy merecedora (Debo pagar los pecados a mis errores. Y vivo en el pasado)
Donde me veo inferior (comparación y envidia)
Dónde no puedo y no se (escasez y miedo)
Todo esto son los rasgos de esa imagen de la pequeñez, viven arraigados en mi, son mis espinas. Es esa semilla interna que germino en mi mente y que me limita a vivir.
¿Como la arranco? No lo sé, pero se me ocurre algo...
Plantare la semilla de la grandeza.
Y dirá Jesús: ¡Agradecida recobro la fe!
Dónde soy suficiente en cualquier momento, sin culpa y aprendiendo a construirme cada día en todo lo que me proponga.
Donde soy válida y valiosa, sin defectos y juicios mentales, pues ahora riego la grandeza que Dios me dio sin cuestionar.
Donde soy merecedora de TODO, pues no llevo en mi maleta pecados, solo errores que me enseñaron a mejorar.
Donde me veo igual a todo el mundo, y ahí reside el amor y el respeto que me tengo.
Me puedo poner en el lugar que vine a ocupar sin comparación ni envidia.
Donde sé que puedo, y lo sé porque mis batallas atestiguan donde me encuentro hoy.
Donde mi cuerpo me muestra sin escasez y sin miedo, el orden perfecto que no necesito conocer.
Planto la grandeza hoy y la cuido cada día como el tesoro más preciado.
Germina, germina pequeña mi paciencia es ardua en la espera, pero aguardare dulce sus frutos.
B.S
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