22/10/2025
Nos hicieron creer que “la inflamación” era algo normal, que se curaba con omeprazol o cualquier pastilla.
Siempre pensando en quitar el dolor, nunca en la raíz del problema.
Que si te duele la cabeza, toma esto.
Que si te hinchas, tómate aquello.
Y así, el cuerpo se acostumbró a vivir anestesiado, pero no curado.
La verdad es que la inflamación no se apaga con química…
se apaga con información biológica, con moléculas vivas que hablan el mismo idioma que tus células.
Y ahí entra el aceite de oliva virgen extra vivo, no ese que se vende filtrado, plano y sin alma.
Sino el que conserva sus polifenoles intactos —esas pequeñas bestias antiinflamatorias naturales que entran en las rutas del cuerpo y bloquean las señales de alarma (NF-κB, COX-2, IL-6) como si fueran hackers del sistema inmune.
Lo más loco es que la ciencia lo sabe:
la EFSA lo reconoció oficialmente— los polifenoles del AOVE protegen tus células del daño oxidativo.
Pero en el mercado, la mayoría de aceites han perdido todo eso. Son líquidos amarillos sin poder.
Por eso yo creé Embruxo, un aceite gallego vivo, sin filtrar, extraído en frío, que no necesita marketing para demostrar lo que hace.
Solo tienes que probarlo unos días seguidos y tu cuerpo nota la diferencia: digestiones más ligeras, menos dolor, más energía.
- Si llevas tiempo inflamado, cansado o sintiendo que “nada te sienta bien”, no busques más suplementos.
Empieza por lo básico: tu grasa.
Y asegúrate de que sea viva.
Descubre el aceite que apaga la inflamación de verdad en www.embruxo.es
O escríbeme “VIVO” y te cuento cómo incorporarlo en tu alimentación diaria.