12/11/2025
A veces creemos que el mundo nos hiere, que las personas nos decepcionan, que la vida nos pone obstáculos.
Pero casi nunca nos detenemos a mirar que todo eso —lo bueno, lo malo, lo insoportable— no está fuera.
Es el reflejo de lo que aún no hemos entendido dentro.
El mundo no te ataca, te muestra.
Cada conflicto, cada emoción, cada mirada que te toca… es una parte de ti pidiendo ser reconocida.
Cuando lo ves así, dejas de luchar contra lo que pasa.
Y empiezas a verte a través de todo.