18/10/2025
Lo que no se expresa, el cuerpo lo manifiesta.
Muchas veces creemos que “aguantar” o “hacernos l@s fuertes” es la mejor manera de lidiar con lo que sentimos. Pero nuestras emociones no desaparecen sólo porque las ignoremos. Se quedan, y si no encuentran salida, buscan otra forma de expresarse: a través del cuerpo.
Dolores de cabeza frecuentes, insomnio, problemas gastrointestinales, tensión muscular o cansancio constante… pueden ser señales de un cuerpo que está gritando lo que la mente calla.
Hablar de lo que sentimos no es una debilidad, es una necesidad. Es parte del autocuidado emocional. Expresar tristeza, rabia, miedo o frustración nos permite liberar esa carga interna y prevenir que se transforme en malestar físico o emocional más profundo.
Hablar con alguien de confianza, escribir lo que sientes o acudir a terapia son formas sanas de canalizar tus emociones.
Recuerda: tu salud mental también se cuida desde lo que decides sentir, aceptar y expresar.