29/11/2025
La hipófisis es una pequeña glándula en la base del cerebro que actúa como la directora de una orquesta hormonal. En la adolescencia, su papel es clave: orquesta el crecimiento físico (hormona GH), la maduración sexual, la gestión del estrés y la conexión social.
Cuando l@s adolescentes reciben un contacto físico respetuoso y consentido (como un abrazo, una mano en el hombro o una caricia), la hipófisis libera oxitocina, a menudo llamada la "hormona del amor" o del apego; que contrarresta la acción del cortisol, la hormona del estrés, lo que ayuda a reducir la ansiedad y la tensión en esta etapa de tantos cambios.
Por otro lado, estimula la liberación de dopamina y serotonina, neuroquímicos que están directamente relacionados con la sensación de bienestar, la motivación y la felicidad.
El afecto físico con respeto fortalece los lazos afectivos, fomenta la sensación de seguridad y nutre el cerebro en desarrollo del adolescente. Al sentirse comprendidos y apoyados, ganan confianza en sí mismos, desarrollan empatía y construyen habilidades sociales esenciales que durarán toda la vida.
Es una forma de decir "estoy aquí para ti", que va más allá de las palabras y construye una base sólida para el bienestar emocional de tu hij@ adolescente.