26/10/2025
"Érase una vez un mundo seguro"
La amabilidad, la cooperación, el ver a la persona que tenemos al lado y sentirla, preguntar qué necesita, ofrecer nuestra ayuda, no imponerla.
Respetar la autodeterminación de la persona respecto a lo que necesita y a lo que no. Sin sobreprotegerla, sin ir por delante. Permitiendo que la persona tome conciencia de su necesidad y la pueda expresar sin temor.
Prestar ayuda no nos sitúa en un lugar superior a quien ayudamos.
Pedir ayuda ha de ser visto como algo legítimo no como causa de vergüenza por debilidad, torpeza o falta de capacidad.
Por estas creencias erróneas nos resulta más fácil ayudar que ser ayudadx.
Pedir ayuda o ayudar no cambian nuestro estatus personal o social, ambas acciones son propias de nuestra naturaleza como seres humanos.