21/12/2025
A veces intentamos ayudar y hacemos por el otro, lo que él mismo debe hacer por sí mismo. En el budismo, y otras corrientes orientales, es justo lo contrario: dejar ser, dejar espacio para que los demás aprendan, es fundamental. Cada cual debe aprender por sí mismo. Nuestro práctica no consiste en corregir continuamente a los demás, sino en cerrar los ojos , la boca y los oídos. Podría decirse: No juzgar, no criticar, no curiosear. En Japón se representa con tres monos: Mizaru, Kikazaru, Iwazaru. "Zaru", significa "no hacer " en japonés antiguo, y por casualidad es similar a "saru" que significa"mono" .No ver el mal, no oir el mal, no hablar el mal .
En la mentalidad productiva occidental, las cosas deben de mejorarse hasta una perfección inalcanzable, que lo único que consigue es una insatisfacción perpetúa. Por supuesto esto no significa que debamos hacer las cosas sin cuidado y esmero, pero el error, siempre esta ahí, por mucho que pulamos el espejo. Esto nos recuerda la historia de Eno, el sexto Patriarca:
Un día, el maestro pidió a sus discípulos que expresaran en un poema corto lo que habían comprendido del Zen. Jinshu, el más sabio y el más inteligente de los discípulos, compuso este poema:
El cuerpo es el árbol de la Bodhi. El espíritu es como un espejo brillante. Sin cesar los desempolvamos y los limpiamos para que el polvo no se adhiera a ellos. Se preparó para llevárselo al maestro a su habitación, pero, preso de una duda, prefirió clavarlo en la pared exterior del dojo. El maestro, al pasar, lo vio y dijo a Jinshu que su poema sin duda podía conducir a las gentes al despertar. Eno, el iletrado, pidió a uno de sus compañeros que le leyera el poema y decidió componer otro a su vez. Le dictó a su amigo:
No hay ni árbol de iluminación. Ni espejo brillante. Puesto que intrínsecamente todo es vacío ¿Dónde podría depositarse el polvo?
Todo está bien tal como está, significa no luchar contra los fenómenos externos o internos, nada más.
Olalla Gensha L.