17/08/2019
TESTIMONIO DE UN PROCESO DE CRECIMIENTO PERSONAL
Comencé el grupo terapéutico del Eneagrama con una oscura nube de dudas, miedos no expresados y una gran bola en la garganta. Ahora soy consciente que he estado en estado de depresión durante más de un año. Yo sólo sabía que necesitaba ayuda para conocerme, y la necesitaba ya.
Maria José me ofreció esa ayuda como terapeuta, dándome además la oportunidad de dar masaje Tai en su centro para pagar las sesiones.
Comenzó ahí un camino que nunca pensé podía ser tan transformador.
Ahora veo que antes no era capaz de sentirme, que me despreciaba profundamente, comparándome con otros y buscando la aceptación de la autoridad.
Nunca vi a mi niña interior como la veo ahora: sonriente, inocente, espontánea y guiándome de la mano por el camino de la intuición. Es increíble lo acertado de mis actos cuando confío en mi intuición.
A cambio, yo le hablo, le digo que la voy a cuidar, que la voy a defender. Aunque a veces aún me cueste actuar desde la adulta, ya soy mucho más consciente de estos diferentes lados de mi misma y cada vez más me doy aquello que necesito, sin pedir permiso más que a mi misma.
La primera consigna de "observarnos externamente, desde arriba" ha sido vital para mi. Me ha enseñado a observarme sin juzgarme, y esto ha sido crucial para mi este año, pues me ha permitido sacar la luz y la enseñanza en los momentos de mayor dolor y oscuridad. Es mi herramienta principal de autoconocimiento y aprendizaje, además de serenidad y sabiduria.
Ahora escribo mis sueños cada mañana. Gracias al grupo he aprendido a interpretarlos desde mi misma, y constantemente me dan información de mis deseos y miedos. Pero sobretodo me hablan de cómo se configura mi realidad, es decir, de qué colores son los filtros por los que mi personalidad interpreta y asimila lo que me acontece. Pues ahora conozco más mi máscara. Ahora sé que soy algo más que mi ego. Ahora sé que todos vamos con unos velos sobre nuestro rostro, configurados a partir de la búsqueda de amor en nuestra infancia. Por eso cada cual tiene su herida, por eso cada cual experimenta a su manera.
Ahora respeto todos los puntos de vista, y cuando algo me irrita me pregunto qué es lo que no me estoy permitiendo. Mis quejas me hablan de aquello en lo que estoy en falta. Y estoy en constante estado de aceptación y agradecimiento.Ahora entiendo que
Ahora no me exigo ser productiva a cada momento, ahora entiendo que eso es algo impuesto. Y que soy valiosa simplemente por ser yo misma. Que merezco todo el amor y la abundancia de la vida.
Ahora entiendo que la negación de mis sombras puede comerme por dentro. Que no soy una niña buena, ni tengo que serlo. Ahora veo que cuando exploto lo hago para adentro, y eso me daña. Estoy aprendiendo a expresarme desde las entrañas. Usando mi rabia para defenderme en el momento. Aunque ahora veo que es el ego el que se daña.
Ahora uso mi arte como vía de expresión.
Ahora sé que el camino es el del CORAZÓN. Sé que uno de los motivos por los que yo debía estar en este grupo era para conocer el Sufismo y el Eneagrama.
Ahora sé que lo único importante es experimentar este realidad desde mi humanidad, buscando superar la muerte en vida, ensanchando el corazón sin medida. Pues si lo doy todo, todo tendré.
La moralidad tiene ahora para mi un matiz diferente, pues veo que es guía interna y no imposición dogmática. Lo mismo me pasa con los roles sociales. Libertad es poder moverte de un rol a otro, sin identificarte con ninguno, y sabiendo las limitaciones y responsabilidades de cada uno en cada momento.
Me siento más agusto socialmente también porque me conozco más, me respeto y me valoro
Ahora medito, buscando los espacios vacíos de mi mente, para que se manifieste la verdad.Y para descansar y disfrutar.
Muchas gracias,
MARIA JOSÉ por ser mi espejo autoritario, para que viera lo que no quería ver. Por apoyarme en este turbulento año. Darme tantas herramientas.Ser paciente en mis pagos. Enseñarme el Eneagrama y el Sufismo y abrirme tu centro cuando lo necesitaba.
Co**ha, por la ternura y serenidad de tus ojos. Por permitirnos ver tu evolución. Porque he visto en ti una mujer madura, hermosa y enorme.
Esther, por aprender de ti las ganas, e insistencia para mejorar y crecer. Gracias por enseñarnos tu lado más divertido y deshinibido en el último residencial.
Ana, por ser mi espejo. Por ser una compañera sincera y amorosa.Gracias por tus llamadas y mensajes en mis momentos más duros.
Carmen, por enseñarme a aceptar, dándonos tu perspectiva y ganas de autosuperación
Sois todas ejemplos de conciencia y de mujeres que toman las riendas de su vida. MUCHAS GRACIAS
Nos vemos siempre!