27/07/2022
Ser profesor de Yoga es como ser un guía de aventuras que lleva a un grupo valiente en un viaje desafiante hacia un lugar de transformación hermoso y apartado.
El guía de aventuras tiene la responsabilidad de conducir a cada caminante, sin riesgos, hacia este lugar mágico.
El largo camino a través de terrenos salvajes y desconocidos requiere fe, perseverancia y la habilidad de fluir con circunstancias rápidamente cambiantes.
El grupo debe confiar en el guía, ya que él es el único entre ellos que tiene la experiencia de viajar con éxito hacia este lugar.
Él conoce las rutas más rápidas y seguras y los mejores medios de tratar con los obstáculos tanto previstos como inesperados, que se encuentren por el camino.
El viaje es a menudo intenso y aterrador y los caminantes pueden experimentar miedo, desaliento, incomodidad física y el deseo de parar y regresar.
Para todos es un reto físico, emocional y psicológico.
El guía debe saber utilizar todas sus habilidades interpersonales, experiencia y conocimientos técnicos para conducir al grupo con éxito y felizmente hacia su destino.
El éxito depende de su destreza para conectar energéticamente con el cuerpo, la mente y el corazón de cada caminante.
Extracto de “Enseñar como Servicio”, desde el “Manual de Formación de Profesores en Anusara Yoga”.
Agradezco cada paso, tanto como guía, que como alumno.
Namasté