09/10/2025
Ser mujer rural es mucho más que vivir en el campo. Es levantarse cada día con la mirada puesta en la tierra, en la familia, en los animales o en los cuidados. Es mantener vivas las tradiciones, los saberes de toda la vida y el espíritu de comunidad que da sentido a los pueblos. Las mujeres rurales son el corazón de los territorios, sostienen la vida con su esfuerzo, su entrega y su compromiso con el lugar donde habitan.
Su papel es fundamental en el desarrollo local, en la conservación del entorno y en la transmisión de valores de respeto, solidaridad y cooperación. Gracias a ellas, muchas comunidades siguen creciendo, resistiendo frente al paso del tiempo y manteniendo viva la vida en los pueblos. Sin embargo, a pesar de su importancia, aún se enfrentan a numerosos retos: la falta de servicios básicos, la brecha digital, la dificultad para acceder al empleo o para que su trabajo sea reconocido, y la carga de compatibilizar las tareas del hogar y el cuidado con otras responsabilidades.
Reconocer a las mujeres rurales es también reconocer la historia y el presente de nuestros pueblos. Escuchar sus voces, valorar su experiencia y poner en valor sus aportes significa avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria y consciente de la riqueza que ellas aportan cada día. Apoyarlas y darles visibilidad no solo mejora su calidad de vida, sino que fortalece la comunidad y refuerza los lazos que sostienen la vida en el medio rural.
Ser mujer rural es ser raíz, trabajo, sabiduría y esperanza. Es construir futuro desde la tierra, desde lo cotidiano, y desde la fuerza de quienes nunca han dejado de cuidar, sostener y transformar sus pueblos.
Ayuntamiento de Tejeda | Gran Canaria Igualdad | Instituto Canario de Igualdad | Ministerio de Igualdad