10/04/2025
EL PERFECCIONISMO ES UNA ADICCIÓN
Detrás del perfeccionismo no siempre hay sólo un deseo de superación. Muchas veces, hay una herida más profunda: la creencia inconsciente de que solo merecemos amor, aceptación o tranquilidad si somos impecables, si no fallamos, si no incomodamos, si no mostramos vulnerabilidad.
Esta creencia no aparece de la nada. En muchos casos, tiene sus raíces en el tipo de vínculo de apego que desarrollamos en la infancia.
Cuando de pequeños sentimos que el afecto o la aprobación de nuestras figuras de referencia dependía de nuestro rendimiento, de portarnos bien, de cumplir expectativas o de no causar problemas, es fácil que el perfeccionismo se instale como un mecanismo de supervivencia emocional.
Este tipo de apego —a veces evitativo, a veces ansioso, a veces desorganizado— siembra en nosotros un mensaje peligroso: "Solo soy suficiente si no cometo errores."
Y aunque de niños esto pudo habernos protegido o ayudado a pertenecer, en la adultez este patrón suele tener un coste silencioso pero enorme:
• Ansiedad constante y autoexigencia extrema.
• Miedo paralizante al error o al fracaso.
• Dificultad para disfrutar procesos sin obsesionarse con resultados.
• Relaciones donde se repite la necesidad de aprobación externa.
• Incapacidad para descansar sin culpa.
• Trastornos como depresión, trastornos de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastornos alimenticios o burnout crónico.
• Sensación persistente de vacío o de no ser suficiente nunca.
El camino de sanación no consiste en dejar de esforzarnos o perder el deseo de crecer, sino en soltar la idea de que nuestro valor depende de lo que hacemos o logramos.
Sanar el perfeccionismo es, en realidad, aprender a construir un nuevo vínculo: esta vez con nosotros mismos. Un vínculo seguro, amable, incondicional. Es recordarnos, una y otra vez, que ya somos dignos de amor aunque fallemos, aunque nos equivoquemos, aunque descansemos, aunque simplemente seamos.
Porque la verdadera perfección no está en ser impecables. Está en ser fieles a nosotras mismas.
Te abrazo.