31/10/2025
Ella llega, nos saludamos con un abrazo cálido y se sienta.
En su rostro, el miedo se hace visible, ese silencio que se disfraza de duda, de inseguridad,
de esa voz interna que susurra “¿y si no puedo?”.
He acompañado a muchas mujeres que sintieron ese mismo miedo y he comprobado que detrás de cada una hay una historia que debe ser sanada.
Por respeto, muchas veces no menciono sus nombres.
Créeme, hay procesos tan íntimos, tan dolorosos que solo pueden comprenderse desde el alma.
Pero aunque sus nombres no se digan, sus voces sí se escuchan.
Cada vez que una mujer me recomienda, comparte su experiencia, confía en mí,
mi voz llega más lejos y mis oídos se vuelven más atentos
a las necesidades profundas que todas, en algún momento, compartimos.
Y cada encuentro me recuerda por qué hago lo que hago y por qué sigo trabajando en projectos y creando productos.
Cada mujer, me confirma en mi corazón que éste es mi llamado.
Para mí no es solo un trabajo, es
un encuentro espiritual, una experiencia de transformación que no tiene precio.
He visto mujeres llegar con miedo y marcharse con una mirada de esperanza,
más calmadas, más confiadas, viendo la luz en sí.
Con la certeza de que SÍ pueden cambiar su historia.
Si tú también sientes miedo, pero algo dentro de ti te dice que ha llegado tu momento, escúchalo.
TODAS tenemos miedo, es normal y hace parte de nuestras vidas pero no permitas que te detenga.
Voy a abrir nuevas plazas para acompañamiento profesional.
Escribe la palabra “Seguridad”
y te contaré cómo hacerlo juntas.
Abrazo de 🦋.
Keila Tavares., la mentora que cree en ti.