02/12/2025
El problema no siempre es lo que pasa, sino cómo te hablas.
El diálogo interno puede ser tu mayor aliado… o tu mayor desgaste.
Muchas personas viven con una voz interna que critica, exige o minimiza todo lo que hacen. Esa forma de hablarse no es objetiva: suele venir de experiencias pasadas, miedo al error o hábitos aprendidos.
La buena noticia es que el diálogo interno sí se puede entrenar.
Cambiar frases como “todo lo hago mal” por “estoy aprendiendo” no es autoengaño: es una forma de ajustar tu mente a la realidad y reducir el malestar.
La manera en la que te hablas influye más en tu bienestar que muchos factores externos. Cuídala. 🌿
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