11/11/2025
El tejo (Taxus baccata) 🌲 es uno de los árboles más antiguos y simbólicos de Europa. Ha acompañado a bosques, cementerios y ermitas desde tiempos remotos, quizá por su longevidad y su marcada relación con la muerte y la protección. Hay leyendas que lo describen como guardián del umbral entre mundos, árbol de sabiduría y renacimiento.
También es una de nuestras plantas más paradójicas. Su madera, hojas y semillas son tóxicas ☠️, pero de su química han surgido avances importantes: a partir del tejo se desarrollaron moléculas como el paclitaxel, empleadas hoy en oncología para frenar el crecimiento de tumores. Un ejemplo de cómo la naturaleza puede ser peligrosa y, a la vez, fuente de medicina 🤝.
Aunque todo el árbol es venenoso, existe una excepción: la capa carnosa roja del fruto, llamado arilo, no es tóxica. Eso sí, dentro está la semilla, que sí contiene toxinas muy peligrosas. Por eso, si se consume el arilo, es imprescindible no morder ni romper la semilla, aunque por precaución es mejor evitarlo.