16/11/2025
Acompañar a personas con cáncer me ha enseñado más sobre la vida que sobre la comida.
He aprendido que la nutrición oncológica empieza mucho antes del plato:
empieza en cómo te sientes, en lo que temes, en lo que crees que ya no puedes disfrutar.
💛 He visto miedo disfrazado de control.
Personas que saben qué comer, pero ya no disfrutan de hacerlo.
El primer paso no es el menú, es devolver calma y confianza.
🤍 He visto familias agotadas de tanto cuidar.
Amor convertido en presión.
Y la diferencia entre ayudar y exigir a veces está en una sola palabra: acompañar.
🧠 He visto información mal entendida que hace más daño que bien.
Dietas, suplementos, ayunos… sin contexto ni acompañamiento.
El conocimiento solo ayuda cuando se explica con empatía y se tiene en cuenta el contexto.
🌸 He visto cuerpos sabios, que piden pausa, no perfección.
Y he aprendido que la alimentación sola no basta:
los psicooncólogos, fisioterapeutas y otros profesionales son parte del mismo camino.
Cada uno ayuda a aliviar algo distinto: el miedo, el dolor, el cansancio...
🌿 Y al final, he comprendido que acompañar no es corregir.
Es quedarse cerca, con calma, incluso cuando no hay respuestas.
Porque la nutrición sin drama no va de comer perfecto,
va de vivir con conciencia, cuidado y un poco más de ternura.