09/06/2022
Compartimos este valioso texto de nuestra compañera Mireia Hurtado.
Gracias Mireia! 🙏🙌👏🤗
¿Pones tu granito de arena?
“Hoy te quiero hablar sobre cómo podemos ser motor de cambio en esta sociedad complicada donde los problemas mentales cada vez están más presentes.
Esta semana se ha celebrado el día de acción por los trastornos alimentarios (tcas).
Me encanta la palabra acción. Por si no lo sabes, mi enfoque psicológico es la terapia de aceptación y compromiso (ACT). Podríamos resumirlo que desde ACT promovemos aceptar las experiencias difíciles y actuar para una vida más valiosa (compromiso). Es un modelo psicológico con mucha evidencia científica, también en tcas.
Desde la perspectiva ACT, nos acercamos a los problemas psicológicos no como enfermedades (modelo biomédico) sino como los intentos que hace la mente a corto plazo para adaptarse al contexto (familiar, social, etc...), intentos que pueden acabar siendo desadaptativos a largo plazo porque llevan a la persona a más sufrimiento.
Desde este lugar, los trastornos de la conducta alimentaria (tcas) surgirían como un intento de la persona de gestionar lo difícil dentro de su historia de aprendizajes: manejar la vergüenza corporal y las emociones o pensamientos difíciles, dar un sentido de control, como forma de afrontar las dificultades, ser vista, sentir orgullo, etc...
Un trastorno de la conducta alimentaria nunca tiene una sola causa. Pero está demostrado que uno de los principales desencadenantes de una mala relación con la comida y la probabilidad de desarrollar un tca está la pobre imagen corporal debido a la presión estética del contexto social.
Cuando hablamos de contexto social hablamos de violencia estética, de gordofobia, de privilegio de la delgadez, el enfoque de salud peso-centrista y la cultura de la dieta y por supuesto de patriarcado (las estadísticas hablan que el 90% de las personas que sufren tcas son mujeres).
Cambiar este contexto social no va a ser fácil, pero eso no quiere decir que individualmente no podamos hacer algo.
Porque el contexto social lo formamos todas las personas.
Y tu acción comprometida puede hacer mucho para no alimentar lo dañino del contexto.
A menudo en sesiones veo que la gota que colma el vaso puede ser un mensaje de alguien que dijo que había engordado, un refuerzo por haber adelgazado, un comentario respecto al cuerpo de otras personas, etc...
Así que estos días estoy invitando en redes sociales y te invito por aquí a que explores que pequeña acción puedes hacer o dejar de hacer para no alimentar el contexto. Para entre todes poner nuestro granito de arena para una sociedad más justa y respetuosa.
Aquí van algunas ideas:
✅ 💚 Tomar consciencia de la propia gordofobia y explorar cómo se manifiesta en el día a día.
❌ 💔 No hacer comentarios sobre los cuerpos de otras personas (esto incluye personajes públicos)
❌ 💔No alabar pérdidas de peso y comentar la ganancia.
❌💔No comentar sobre tu propio peso en público.
✅ 💚 Consumir diversidad corporal en redes.
❌💔 No comentar/opinar sobre los hábitos alimentarios de las otras personas o los tuyos propios.
✅ 💚Promover en casa una alimentación variada y sabrosas para toda la familia, independientemente del tamaño corporal de cada uno.
❌ 💔 No reforzar/castigar con comida a los niños.
❌ 💔 No criticar tu cuerpo delante de tus hijos.
❌ 💔 No hacer dieta.
Son algunas ideas. Sé que la mente tiende a desmerecer las pequeñas acciones, pero es en las pequeñas acciones de todes donde está la transformación.
También sé que algunas pueden implicar mucho trabajo personal, como dejar de hacer dieta y comprometerte con un autocuidado flexible. Te dejo aquí mi reflexión y espero que si ya estás en camino te sirva para reforzarlo, y si no, sirva para plantar la semillita del cambio en ti y en la sociedad.”