26/09/2025
A veces no nos damos cuenta de las palabras que usamos, de cómo decimos las cosas.
Cuando “ordenamos” a nuestras hijas/os que hagan p*s les estamos quitando la oportunidad de que sean ellas y ellos quienes aprendan a escuchar su cuerpo y hacer caso a sus señales.
¿Y si cambiamos la “orden” haz p*s, por la pregunta “¿tienes ganas de hacer p*s?”?
Lo mismo es aplicable a la defecación: p*s y c**a son reflejos que tenemos que aprender a sentir, no a relacionar con otras cosas como abrir el grifo o salir de viaje (no al “pipí de por si acaso”). Ayudemos a coger buenos hábitos a nuestras hijas/os sin crear las “vejigas hiperactivas” del futuro.
Y tú, ¿ordenas o preguntas?