18/11/2015
Unos sencillos trucos que te ayudarán a mantener tus gafas graduadas en perfecto estado durante más tiempo.
1. Paño: Limpia las lentes a diario con el paño que te proporciona tu óptico-optometrista. Otros sistemas por suaves que parezcan pueden rayar la superficie. Recuerda, una zona sucia en una lente es una zona traslucida y no transparente, con la pérdida de calidad visual que esto implica.
2. Plegadas: Al quitarte las gafas, lo idóneo es dejarlas plegadas, de este modo es más difícil que se rompan por cualquier accidente.
3. El Lavado: Lava las gafas con agua y un jabón neutro, y sécalas con un paño fino de algodón, si tu montura es metálica evita mojarla en exceso.
4. Abrasivos: Evita los productos abrasivos, en el mercado hay productos específicos para la limpieza de las gafas.
5. Calor: No coloques las gafas cerca de una fuente de calor, o en el interior del coche a pleno sol, ya que se podrían deformar por la dilatación de los materiales.
6. Varillas: Utiliza siempre las dos manos para quitarte las gafas, ya que así se minimiza el riesgo de deformar las varillas.
7. Huellas: Sujeta siempre las gafas por la montura, así evitaras ensuciar las lentes y dejar residuos que puedan ser abrasivos, en las mismas. Los tratamientos anti-reflejantes te ayudarán a que tus lentes permanezcan limpias por más tiempo.
8. Funda: Cuando no estés usando las gafas déjalas siempre dentro de su estuche, donde estarán más protegidas a cualquier percance exterior.
9. Ajuste: Acude a tu óptico-optometrista como mínimo cada 6 meses para que las revise y las regule adecuadamente a tus necesidades.