19/08/2025
Un día... hace ya casi 20 años, mi agresor (padre de mis hijas) me golpeó en un área pública, justo bajando de su carro frente a la casa de mi mamá. No le importó que en un brazo llevaba a mi hija pequeña de 3 añitos aprox. y a la otra de la mano, no pude defenderme. Mi familia salió y lo detuvo para que no continuara agrediéndome, lo recuerdo como una de las mayores humillaciones de mi vida. Terminé con una fisura de nariz y un ojo morado. Me dirigí a una delegación de la PNC, uno de los policías fue muy condescendiente, mientras el otro lo interrumpía y me persuadía para que le dijera que le había hecho yo al fulano para que me golpeara. Finalmente me dijeron que no podían hacer nada porque debían presenciar la agresión para detenerlo. Ante esa situación hubo apoyo de la familia, pero también críticas que me revictimizaron.
Yo también fui la chica del carro de Mazatenango y lo peor que pudieron haberme hecho era culparme a mí por la actitud violenta y abusiva del agresor quien portaba un arma y me había amenazado previamente si intentaba alejarme.
Ese día mi vida privada se ventiló en lo público, y me tocó dar explicaciones sobre los lentes oscuros y el no tener a donde ir, llena de incertidumbres y miedos que duraron muchos años, pero eso mismo me ayudó a salir y reponerme.
¿Cuántas veces víctimas?
Del muro de
̃os