23/01/2020
La Ansiedad en los Adolescentes
El adolescente es una persona nerviosa por naturaleza. Y no es para menos, con tantos cambios en su cuerpo y en su entorno. Sin embargo, la ansiedad ha de permanecer siempre entre unos límites, para no interferir de manera negativa en la vida del adolescente. A mayor ansiedad, por ejemplo, peores resultados académicos.
Porque la ansiedad está asociada a la depresión, que es una enfermedad, y como tal hay que tratarla convenientemente lo antes posible, para evitar la caída en la adicciones y hasta frecuentemente en el suicidio.
Influyen varios factores para que se desarrolle este trastorno que muchas veces se suele confundir con un estado pasajero. La historia familiar, es decir, los antecedentes genéticos; las características de su entorno, que incluye su ambiente social y sus familiares directos, su personalidad y su estado emocional que incluye sus circunstancias sus creencias y sus sentimientos.
Es importante solicitar la ayuda de un profesional para realizar una terapia individual o grupal para que el adolescente pueda reconocer cuál es el factor que interviene en mayor medida para provocarle ansiedad y angustia, identificar las situaciones que desencadenan ese estado de ánimo, aprender a controlar sus pensamientos negativos para poder así liberarse y dominar su comportamiento.
¿Cuáles son los síntomas ante una crisis de ansiedad en adolescentes?
1. Los síntomas emocionales del trastorno de ansiedad
• Preocupación,
• temor,
• inseguridad,
• dificultad para decidir,
• miedo,
• pensamientos negativos sobre si mismo
• pensamientos negativos sobre su actuación ante los otros,
• temor a que se den cuenta de nuestras dificultades,
• temor a la pérdida del control,
• dificultades de concentración
Dificultad de interacción
• ir de un lado para otro sin una finalidad concreta,
• llanto
Apatía
• quedarse paralizado, crisis de pánico.
2. Los síntomas físicos del trastorno de ansiedad
• sudoración,
• tensión muscular,
• palpitaciones,
• taquicardia,
• temblores,
• Dolores de cabeza
• fumar, comer o beber en exceso,
• molestias en el estómago,
• Vertigo,
• Dificultades respiratorias,
• sequedad de boca,
• dificultades para tragar,
• mareo,
• náuseas, vómitos,
• dolores abdominales,
• tiritar
• intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, etc.),
• tartamudear