09/11/2025
Interesante leer
📘 El libro que convirtió pensamientos en fortunas 💰
Los pensamientos son cosas, cosas muy poderosas cuando se combinan con la exactitud del propósito, la perseverancia y un imperioso deseo de convertirlas en riqueza, o en otros objetos materiales. Este es uno de los mensajes fundamentales que Napoleon Hill nos dejó en su obra maestra.
El Poder del Deseo Ardiente.
El estado mental de desear algo es el punto de partida para atraer éxito. Pero no se trata de un simple deseo pasajero. "El deseo ardiente de ser y de hacer es el punto de partida desde el cual debe comenzar el soñador". Un deseo débil conduce a resultados débiles, mientras que un deseo ardiente lleva a superar obstáculos y mantener el enfoque.
Fe y Perseverancia.
"Ningún hombre es derrotado a menos que se rinda en su propia mente". Esta poderosa afirmación nos recuerda que el único verdadero fracaso es dejar de intentarlo. La perseverancia es esencial: aquellos que han cultivado el hábito de la perseverancia parecen estar asegurados contra el fracaso, sin importar cuántas veces sean derrotados, finalmente llegan a la parte superior de la escalera.
La Imaginación como Taller de la Riqueza.
Has aprendido que todo lo que el hombre crea o adquiere comienza en forma de deseo, en el taller de la imaginación, donde se crean y organizan los planes para su transición. Si no ve una gran riqueza en su imaginación, nunca la verá en su cuenta bancaria. Las ideas son los puntos de inicio de todas las fortunas, y son productos de la imaginación.
El Compromiso Total.
"Toda persona que triunfe en cualquier empresa debe de estar dispuesta a quemar sus naves y a cortar todas las fuentes de retirada". Solo así puedes estar seguro de mantener ese estado mental conocido como un ardiente deseo de ganar, que es esencial para el éxito.
Este libro te enseña que la riqueza empieza a partir de una idea, y la cantidad está limitada sólo por la persona en cuya mente esa idea se pone en movimiento. El mayor logro fue, al principio y durante un tiempo, sólo un sueño. Los sueños no nacen de la indiferencia, la pereza o la falta de ambición.