16/10/2019
Hoy es miércoles de Testimonios 👐🏻
Suly con 62 libras menos y un cambio de vida total nos demuestra que no hay limites cuando estamos decididos a cambiar💪🏻
Mi nombre es Suly y con 213 libras decidí cambiar mi forma de vida… aunque admito que no estaba segura ese día.
Había decidido que sería gorda como siempre, era una mujer obesa que se vestía con lo que encontraba pero que no se veía tan mal y lo disimulaba tras una personalidad “segura, fresca y sonriente”, pero con un vacío interno y una tristeza que solo el que prestaba mucha atención podía notar.
Luego de perder las primeras 8 libras me animé, y dije “un poco más”, pensé que no era sostenible esta forma de vivir y de comer, y sin embargo sí lo era porque así estaba viviendo ya. Con esta nueva seguridad y entusiasmo me arriesgué a hacer mi primer viaje fuera del país, a tirarme de un bungee y a probar nueva gastronomía saludable…nunca había sonreído tanto, y aun así, faltaba mucho para la meta.
Llegué hasta el final, lo logré, y hoy que puedo sentirme flaca me cuesta verme así, hoy tengo miedo porque la gorda que vivió en mi 37 años ahí está acechando, en cualquier momento se alborota y pelea por salir, esos antojos, esa gana de quedarme acostada sin hacer nada, ese deseo de comer más aunque no tenga hambre… pero hoy es diferente: no estoy sola. Si algo es imprescindible en este proceso, no se engañe pensando que es la fuerza de voluntad y la disciplina, no, esa no basta, esa en cuanto quiere flaquear flaquea y lo bota…esto es un trabajo en equipo: su FE, su ENFOQUE, y su COMPAÑÍA, SOLO NO PUEDE HACERLO: cuando uno no quiere se engaña solo, pero cuando se tiene un propósito y está con Dios, familia, amistades, compañeros, el chat del proceso, uno se compromete, así sea por no quedar mal, así sea porque eso animará a otro, así sea por rigio, hasta que se vuelve parte de su ser.
En el camino uno no solo deja libras y enfermedades, deja malas vibras, malos hábitos, malas actitudes, y hasta personas que no sabíamos que eran tóxicas y nos estancaban, y la culpa llega hasta que nos damos cuenta que esto vale el esfuerzo y vale la vida!
Hoy me siento feliz, no porque soy flaca, sino porque al cambiar mi forma de vida y ser más saludable, tengo un cuerpo más lindo y sano, un mejor carácter, una sonrisa más auténtica, soy más segura y mi único trabajo hoy es convencerme de que esta soy yo ahora, que yo puedo, yo quiero y yo merezco.