06/12/2025
Para mi querido Equipo.
Hoy quiero honrar a quienes, con manos cansadas pero corazón firme,
sostienen la esperanza de muchas familias.
A ustedes, nuestro querido equipo de enfermeras y cuidadoras:
gracias por cada amanecer que enfrentan con valentía,
por cada gesto de ternura que siembran en un hogar ajeno,
por cada batalla silenciosa que libran sin buscar aplausos.
En un país donde tantas puertas han permanecido cerradas,
ustedes siguen abriendo caminos con su presencia, su dedicación
y esa fuerza que solo nace de un corazón que sirve desde el amor.
Dios ha visto cada esfuerzo.
Ha visto sus noches largas, sus pasos apurados,
sus oraciones en el pensamiento, su cansancio escondido.
Y también ha visto su luz —esa que enciende consuelo donde hace falta.
Creo con fe que el próximo año llegará como un amanecer nuevo:
con oportunidades que por fin se abren,
con metas que parecerán alas,
con crecimiento, preparación y sueños que por fin encontrarán forma.
Que Dios bendiga su vida, su familia, su mesa y su descanso.
Que les dé caminos despejados, fuerza renovada
y una cosecha abundante de todo lo bueno que han sembrado.
Gracias por cuidar.
Gracias por permanecer.
Gracias por hacer de este trabajo un acto de humanidad y de amor.
— Fiahma Cruz
Atención Integral de Enfermería Profesional