Fundación el Sur También Existe

Fundación el Sur También Existe Fundación el Sur También Existe UNA FUNDACION, ¿PARA QUIÉN? Algunos aislados completamente durante varios días.

- Más de 12 mil personas damnificadas.

En los pueblos del Sur la gente sigue contando el paso del tiempo por la memoria de sucesos que marcan sus vidas con el recuerdo de desastres cíclicos: el año de la sequía, el terremoto, el año de la inundación… en octubre del 2005 un huracán bautizado con el nombre de Stan arrasó las zonas de la costa y sierra de Chiapas, dejando un rastro de destrucción que aún hoy, mediados del 2008, perdura no sólo en el recuerdo de quienes sufrieron sus efectos, sino en las familias que actualmente siguen emigrando, continúan sin vivienda ni escuela para los hijos o padecen las secuelas del saldo que el huracán dejó en las tierras productivas o en el campo de la salud. Una breve fotografía de datos nos enmarca la magnitud del desastre:



- 40,000 viviendas afectadas

- 600 carreteras destrozadas

- 41 municipios afectados. La producción pesquera y cafetalera quedó seriamente afectada, quedando principalmente el sector campesino en un estado de indefensión y vulnerabilidad del que todavía no se recupera. Hay otros desastres que padecen las poblaciones del sur de México, principalmente destacan los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Se trata de emergencias permanentes puesto que se componen de pueblos en su mayoría indígenas donde el Estado aplica una política de marginación y asistencialismo que convierte en casos endémicos enfermedades curables como:



El tracoma: infección ocular que se transmite de persona a persona en lugares donde el agua es de mala calidad y hay condiciones de hacinamiento y desnutrición de la población. En Chiapas es una enfermedad endémica en cinco municipios, con más de dos mil personas afectadas por ceguera permanente. La tuberculosis: 20.000 casos reportados cada año en México con resultado de 6.000 fallecimientos en zonas con desnutrición endémica y carencia de vacunas, así como de nulo seguimiento médico del tratamiento iniciado. Trabajo infantil: 3.3 millones de menores de edad trabajando principalmente en el sector agrícola y usados en el comercio sexual, así como en diversas actividades de la economía subterránea. Más de 3 millones con el futuro hipotecado por carecer de una base educativa sólida y de un horizonte laboral que les permita romper el círculo pobreza-marginación. La Fundación el Sur también existe enfocará su trabajo, dedicación y recursos hacia las comunidades en condiciones de marginalidad económica que sufren desastres temporales y otros de carácter permanente como los aquí señalados y que, aunque en muchos casos, están en posesión legal del territorio, carecen de la infraestructura y los recursos para el desarrollo de sus potencialidades, tanto en lo individual como en el aspecto comunitario, no pudiendo aplicar ningún valor agregado a sus productos y actividades, por lo que se limitan a una agricultura de subsistencia y, a veces, optan por la ganadería, que finalmente repercute en la destrucción del entorno, sin solventar las carencias sanitarias ni educativas de estas poblaciones excluidas del progreso social, donde los servicios de salud no llegan y la educación es un pupitre asentado en piso de tierra y un libro compartido entre varios niños.

Leyenda 5: El Árbol del Tule – El guardián milenario de OaxacaEn el pequeño pueblo de Santa María del Tule, a unos kilóm...
30/11/2025

Leyenda 5: El Árbol del Tule – El guardián milenario de Oaxaca

En el pequeño pueblo de Santa María del Tule, a unos kilómetros de la ciudad de Oaxaca, se alza un ser vivo que ha desafiado el tiempo, la ciencia y la imaginación: “el Árbol del Tule”. Este ahuehuete, también conocido como sabino, no es solo el árbol con el tronco más ancho del mundo —con más de 14 metros de diámetro—, sino también el protagonista de una de las leyendas más antiguas y reverenciadas del sur de México.

Según la tradición zapoteca, el árbol fue plantado hace más de dos mil años por un sacerdote dedicado al dios del viento, “Ehécatl”. El lugar donde se sembró no fue elegido al azar: se trataba de un sitio sagrado, donde los vientos convergían y la tierra vibraba con energía espiritual. El árbol creció con fuerza, alimentado por las aguas subterráneas y protegido por los pobladores, quienes pronto notaron que su tronco tenía formas extrañas: rostros, animales, figuras humanas y símbolos que parecían emerger de la corteza como si el árbol quisiera contar su propia historia.

Con el paso de los siglos, el Árbol del Tule se convirtió en un símbolo de resistencia y sabiduría. Los zapotecas lo consideraban un guardián del tiempo, un testigo silencioso de guerras, rituales, nacimientos y muertes. Se decía que quien se acercaba al árbol con respeto podía sentir su energía, e incluso recibir mensajes en sueños. Algunos ancianos afirmaban que el árbol hablaba en susurros cuando el viento pasaba entre sus ramas.

Pero no todo ha sido paz. En varias ocasiones, el árbol ha estado en peligro: por sequías, por construcciones cercanas, e incluso por intentos de derribarlo en épocas coloniales. Sin embargo, siempre ha sobrevivido, como si una fuerza invisible lo protegiera. En una ocasión, durante una tormenta eléctrica, un rayo cayó sobre el templo cercano, pero el árbol quedó intacto. Los pobladores lo interpretaron como una señal divina.

Hoy en día, el Árbol del Tule es una atracción turística, pero también un lugar de peregrinación espiritual. Miles de personas lo visitan cada año, no solo para admirar su tamaño, sino para conectarse con su historia. Guías locales señalan las figuras en su tronco: un león, un elefante, una cara triste, una sirena. Cada visitante ve algo distinto, como si el árbol reflejara el alma de quien lo observa.

La leyenda del Árbol del Tule es una experiencia viva. Representa la conexión entre el ser humano y la naturaleza, entre el pasado y el presente, entre lo visible y lo invisible. Es un recordatorio de que la sabiduría no siempre está en los libros, sino también en los seres que han aprendido a escuchar el mundo sin hablar.



(Fuente:arboldetule.com)

El Fantasma del Teatro Francisco de Paula Toro – El susurro eterno entre telonesEn el corazón de la ciudad amurallada de...
23/11/2025

El Fantasma del Teatro Francisco de Paula Toro – El susurro eterno entre telones

En el corazón de la ciudad amurallada de Campeche, donde las calles empedradas guardan siglos de historia colonial, se alza un edificio que ha sido testigo de ovaciones, tragedias y secretos: el Teatro Francisco de Paula Toro. Construido en el siglo XIX, este recinto cultural es uno de los más emblemáticos del sureste mexicano. Pero detrás de su elegante fachada y sus cortinas de terciopelo, se esconde una leyenda que ha inquietado a artistas, técnicos y espectadores por generaciones.

Se dice que el teatro está habitado por el espíritu de una actriz que murió trágicamente antes de su gran debut. Su nombre se ha perdido en el tiempo, pero su presencia permanece. Según los relatos, era una joven apasionada por el arte escénico, que ensayaba día y noche para interpretar el papel principal en una obra de época. La noche antes del estreno, fue encontrada sin vida en su camerino, vestida con el traje de su personaje, con una expresión de tristeza y decepción. Las causas de su muerte nunca fueron esclarecidas.

Desde entonces, el teatro ha sido escenario de fenómenos inexplicables. Luces que se encienden y apagan solas, telones que se mueven sin viento, susurros en camerinos vacíos y una figura vestida de época que aparece en los balcones durante los ensayos. Algunos actores aseguran haber sentido una mano en el hombro mientras recitaban, otros han visto sombras cruzar el escenario sin que nadie más las note.

Una de las historias más impactantes ocurrió durante una función escolar. Mientras los estudiantes actuaban, el público vio claramente a una mujer vestida de blanco sentada en la primera fila. Nadie la reconocía, y cuando terminó la obra, simplemente desapareció. Al revisar las cámaras de seguridad, no había registro de su entrada ni de su salida. Los técnicos, acostumbrados a los misterios del lugar, dijeron sin dudar: “Fue ella”.

Pero no todo es terror. Muchos artistas creen que el espíritu de la actriz es protector. Se dice que, si ella aparece durante los ensayos, es señal de que la obra será un éxito. Algunos incluso le dejan flores en el camerino donde murió, como muestra de respeto y gratitud. El teatro ha aprendido a convivir con su fantasma, integrándola como parte de su historia viva.

La leyenda del Teatro Francisco de Paula Toro también habla del amor por el arte, de los sueños truncados y de la permanencia del alma en los lugares que marcaron su existencia. Es un recordatorio de que el escenario no solo guarda voces, sino también memorias.

Hoy en día, el teatro sigue funcionando como espacio cultural, ofreciendo obras, conciertos y eventos. Pero quienes lo visitan por primera vez, suelen recibir una advertencia: “Si ves a una mujer vestida de blanco entre los telones, no tengas miedo. Solo está esperando su turno para salir a escena”.



(Fuente: ciudadespatrimonio.com.mx)



El Popochil – El guardián invisible de la selva tabasqueñaEn las profundidades de la selva húmeda de Tabasco, donde el c...
16/11/2025

El Popochil – El guardián invisible de la selva tabasqueña

En las profundidades de la selva húmeda de Tabasco, donde el calor se mezcla con el canto de los pájaros y el murmullo de los ríos, existe una criatura que pocos han visto, pero muchos temen y respetan: *el Popochil*. Este ser mítico forma parte del imaginario popular de las comunidades rurales, especialmente en zonas cercanas a ríos y lagunas. Su nombre, aunque poco conocido fuera del estado, evoca misterio, travesura y protección.

El Popochil es descrito como una criatura pequeña, peluda, con ojos brillantes que resplandecen en la oscuridad. Se mueve con agilidad entre los árboles, y su presencia se siente más que se ve. Algunos lo comparan con un duende o un espíritu del monte, pero con una personalidad muy particular: no es maligno, pero tampoco se deja provocar. Su misión, según los relatos, es proteger la selva de quienes la dañan.

Los ancianos cuentan que el Popochil aparece en noches de lluvia, cuando la tierra se empapa y los animales buscan refugio. Si alguien tala árboles sin permiso, contamina los ríos o caza por diversión, el Popochil lo castiga. ¿Cómo? Con sustos, extravíos o incluso enfermedades repentinas. Pero si la persona respeta la naturaleza, el Popochil puede ayudarle: guiándolo por caminos seguros, protegiéndolo de serpientes o alertándolo de tormentas.

Una historia popular narra que un joven pescador, deseoso de ganar dinero rápido, comenzó a usar veneno en el río para matar peces en masa. Al día siguiente, su casa fue invadida por insectos, sus redes se rompieron solas y su canoa desapareció misteriosamente. Los sabios del pueblo le dijeron que había ofendido al Popochil. El joven pidió perdón en un ritual tradicional, y poco a poco, su suerte cambió. Desde entonces, nunca volvió a dañar el río.

El Popochil también aparece en cuentos infantiles, donde se le presenta como un amigo de los animales y las plantas. Se dice que habla con los monos, juega con los coatíes y duerme en las ramas más altas. Su risa, aguda y breve, puede escucharse entre los árboles si uno presta atención. Pero cuidado: si lo molestas, puede hacerte perder el camino o esconder tus pertenencias.

Esta leyenda tiene un fuerte componente ecológico. En un estado como Tabasco, donde la biodiversidad es abundante pero también vulnerable, el Popochil representa la conciencia ambiental de las comunidades. Es una forma de enseñar respeto por la tierra, el agua y los seres vivos, usando el lenguaje del mito y la tradición oral.

El Popochil sigue siendo parte de las conversaciones entre generaciones. Aunque no aparece en libros escolares ni en campañas turísticas, vive en la memoria de los pueblos, en los cuentos que se cuentan junto al fogón y en las advertencias que se dan a los forasteros. Es un símbolo de la sabiduría local, de la conexión profunda entre el ser humano y su entorno.

(Fuente: elheraldodetabasco.com.mx)

El Nahual – El guardián oculto de ChiapasEn las montañas selváticas de Chiapas, donde la niebla se enrosca entre los árb...
12/11/2025

El Nahual – El guardián oculto de Chiapas

En las montañas selváticas de Chiapas, donde la niebla se enrosca entre los árboles y los sonidos del bosque parecen susurrar secretos antiguos, vive una creencia que ha resistido el paso del tiempo: “la existencia de los nahuales”. Estos seres míticos, mitad humanos y mitad animales, forman parte de la cosmovisión indígena mesoamericana, especialmente entre los pueblos tzotziles, tzeltales y zoques.

El término “nahual” proviene del náhuatl “nahualli”, que significa “oculto” o “disfraz”. Según la tradición, un nahual es una persona que posee la capacidad de transformarse en un animal —generalmente un jaguar, un perro, un ave o incluso un venado— para proteger su comunidad, realizar rituales o, en algunos casos, causar daño. Esta transformación no es solo física, sino espiritual: el nahual comparte su alma con el animal, y ambos existen en un vínculo profundo con la naturaleza.

En Chiapas, los relatos sobre nahuales se transmiten de generación en generación. Se dice que los verdaderos nahuales nacen con un don especial, marcado por su fecha de nacimiento o por señales que los ancianos reconocen desde pequeños. Algunos son curanderos, otros chamanes, y unos pocos, según las leyendas más oscuras, se convierten en brujos que usan su poder para manipular o castigar.

Una de las historias más conocidas cuenta que en un pequeño poblado cerca de San Cristóbal de las Casas, los habitantes comenzaron a notar que los animales del corral desaparecían sin dejar rastro. Las huellas que encontraban no eran de coyote ni de jaguar, sino de algo intermedio. Una noche, un joven decidió vigilar el corral y vio cómo un hombre se transformaba lentamente en un jaguar, con ojos brillantes y movimientos sigilosos. Al día siguiente, el hombre fue confrontado por los ancianos, quienes lo reconocieron como un nahual y lo obligaron a abandonar el pueblo.

Pero no todos los nahuales son temidos. En muchas comunidades, se les respeta como guardianes espirituales. Se cree que pueden comunicarse con los elementos, sanar enfermedades y proteger a los suyos de fuerzas malignas. Su existencia está ligada a una visión del mundo en la que el ser humano no está separado de la naturaleza, sino que forma parte de ella.

La leyenda del nahual también ha sido interpretada como una metáfora de la dualidad humana: todos llevamos dentro una parte salvaje, instintiva, que puede salir a la luz en momentos de peligro o necesidad. En este sentido, el nahual representa el equilibrio entre lo racional y lo animal, entre lo visible y lo invisible.

Esta leyenda sigue viva en Chiapas. En mercados, festivales y rituales, se habla de ellos con respeto y misterio. Algunos aseguran haberlos visto en sueños, otros en la niebla de la madrugada. Y aunque la ciencia no pueda probar su existencia, el nahual sigue caminando entre los árboles, oculto a plena vista, como símbolo de una cultura que se niega a desaparecer.

(Fuente: elmomomentochiapas.mx)

LEYENDAS TRADICIONALES DE COMUNIDADES DEL SUR DE MÉXICO (1 de 5)Leyenda 1: La Xtabay – El encanto mortal de la selva yuc...
03/11/2025

LEYENDAS TRADICIONALES DE COMUNIDADES DEL SUR DE MÉXICO (1 de 5)

Leyenda 1: La Xtabay – El encanto mortal de la selva yucateca

En lo profundo de la selva maya, bajo la luz plateada de la luna y entre el perfume de las flores silvestres, se esconde una figura que ha cautivado y aterrorizado a generaciones: “La Xtabay”. Esta leyenda, originaria de Yucatán, es una de las más emblemáticas del folclor peninsular. Su historia no solo habla de belleza y misterio, sino también de injusticia, deseo y redención.

La Xtabay es descrita como una mujer de extraordinaria hermosura, con largos cabellos negros, piel morena y ojos que hipnotizan. Siempre aparece vestida de blanco, rodeada de flores de xtabentún, una planta que crece enredada entre los árboles y que, según la tradición, brota donde ella ha llorado. Su presencia es etérea, casi fantasmal, y suele manifestarse en los caminos solitarios, especialmente al amanecer o al anochecer.

Pero detrás de su figura encantadora hay una historia trágica. Se cuenta que en un pueblo maya vivían dos mujeres: “Xtabay” y “Utz-Colel”. La primera era generosa, compasiva y humilde, pero vivía libremente su sexualidad, lo que le valió el desprecio de la comunidad. Utz-Colel, en cambio, era rígida, fría y cruel, pero aparentaba virtud y rectitud. Al morir Xtabay, su tumba se llenó de flores y su aroma era dulce; en cambio, cuando murió Utz-Colel, su sepulcro desprendía un hedor insoportable. Los ancianos dijeron entonces que la verdadera virtud no está en las apariencias, sino en el corazón.

Desde entonces, el espíritu de Xtabay vaga por los caminos, buscando justicia o tal vez compañía. Se dice que seduce a los hombres con su belleza, los lleva al interior de la selva y los deja perdidos, atrapados en un trance del que pocos regresan. Algunos mueren de fiebre, otros de locura, y los que sobreviven aseguran haber visto sus ojos brillando entre las hojas, justo antes de desvanecerse.

La leyenda ha evolucionado con el tiempo. En algunos relatos, Xtabay es una víctima de la hipocresía social; en otros, una vengadora de los hombres crueles. Pero en todos, su figura representa la dualidad entre lo que se ve y lo que se esconde. Es símbolo de la belleza natural, del poder femenino y de la advertencia contra los juicios apresurados.

En la actualidad, la Xtabay sigue viva en la memoria colectiva. Su imagen aparece en murales, canciones, obras de teatro y hasta en festivales culturales. Muchos yucatecos afirman haber sentido su presencia en noches de luna llena, cuando el viento sopla entre los árboles y el aroma del xtabentún se vuelve más intenso. Algunos incluso aseguran que, si se escucha un canto dulce en la selva, es mejor no seguirlo, pues podría ser ella, esperando a su próxima víctima.

La Xtabay es una metáfora viva de la lucha entre la verdad y la apariencia, entre la libertad y el prejuicio. Su historia nos recuerda que la belleza puede ser peligrosa, pero también que el alma humana es más profunda que cualquier juicio externo.


(Fuente: mexicodesconocido.com.mx)

La Independencia de México (1810-1821): El surgimiento de una nación libre La Independencia de México fue uno de los pro...
26/10/2025

La Independencia de México (1810-1821): El surgimiento de una nación libre

La Independencia de México fue uno de los procesos sociales, políticos y bélicos más trascendentales de la historia nacional, pues marcó el fin de más de tres siglos de dominación colonial española y sentó las bases para la formación de un Estado soberano. Su desarrollo, que abarcó más de una década, estuvo impulsado por ideales de justicia, libertad, igualdad y soberanía popular, en un contexto global marcado por revoluciones y transformaciones profundas en las estructuras políticas de Occidente.

Contexto histórico y causas profundas

A lo largo de la época virreinal (1521-1821), la Nueva España fue un territorio fundamental dentro del Imperio español, con una economía basada en la explotación de recursos naturales, la agricultura y la minería, sostenida por un sistema social jerárquico. En la cúspide se encontraban los peninsulares (españoles nacidos en España), seguidos por los criollos (descendientes de españoles nacidos en América), mestizos, indígenas y afrodescendientes, estos últimos sometidos a condiciones de marginación y explotación.

La Ilustración del siglo XVIII, con sus ideas de soberanía popular, derechos naturales y división de poderes, influyó decisivamente en las élites criollas, que comenzaron a cuestionar la legitimidad del dominio español. Asimismo, procesos como la independencia de las Trece Colonias (1776) y la Revolución Francesa (1789) demostraron que era posible derrocar a regímenes opresores. A esto se sumó la invasión napoleónica a España en 1808 y la abdicación de Fernando VII, lo que debilitó el poder imperial y generó un vacío político que sirvió de catalizador para los movimientos independentistas en América.

El inicio del movimiento: El Grito de Dolores

La conspiración independentista comenzó a gestarse en Querétaro, encabezada por figuras como el corregidor Miguel Domínguez, Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende y el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla. El plan fue descubierto antes de tiempo, lo que obligó a sus líderes a actuar de manera precipitada. El 16 de septiembre de 1810, Hidalgo convocó a la población desde el púlpito de su parroquia en Dolores, Guanajuato, llamando a levantarse contra el gobierno virreinal. Este acto, conocido como el Grito de Dolores, es considerado el inicio oficial del movimiento de independencia.

La primera etapa (1810-1811) estuvo caracterizada por un levantamiento popular masivo. Hidalgo, Allende y otros insurgentes lograron importantes victorias en localidades como Guanajuato y Valladolid, pero fueron derrotados finalmente en Puente de Calderón. Hidalgo fue capturado y ejecutado en 1811, lo que no detuvo el movimiento.

Consolidación de la lucha y liderazgo insurgente

Tras la muerte de Hidalgo, la causa fue retomada por José María Morelos y Pavón, quien dotó al movimiento de una estructura política más sólida. En 1813 convocó el Congreso de Chilpancingo, donde se redactó el documento "Sentimientos de la Nación", que abogaba por la independencia, la soberanía popular, la abolición de la esclavitud y la eliminación de privilegios. En 1814 se promulgó la Constitución de Apatzingán, primera carta magna del México insurgente.

Morelos fue capturado en 1815, pero la lucha continuó bajo líderes como Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria y Pedro Moreno. A partir de 1816, el movimiento entró en una etapa de guerra de guerrillas debido a la represión realista.

Consumación de la independencia

La situación cambió con el regreso de Fernando VII al trono español y la promulgación de la Constitución liberal de Cádiz en 1820, que reducía el poder del absolutismo. Esto provocó que sectores conservadores en Nueva España, que temían perder sus privilegios, se acercaran a los insurgentes. En este contexto, Agustín de Iturbide, un oficial realista, negoció con Vicente Guerrero el Plan de Iguala (24 de febrero de 1821), que proponía la independencia bajo tres garantías: religión católica, unión de todos los grupos sociales e independencia bajo una monarquía moderada.

El 27 de septiembre de 1821, el Ejército Trigarante entró triunfante a la Ciudad de México, marcando el fin del dominio español y el nacimiento de una nueva nación.

Legado y trascendencia

La independencia no solo significó el fin del régimen colonial, sino el inicio de un complejo proceso de construcción nacional. La nueva nación enfrentó enormes desafíos: la falta de instituciones sólidas, conflictos internos por el modelo de gobierno y una economía debilitada. Sin embargo, el ideal de soberanía y libertad que inspiró la lucha permaneció como eje central de la identidad mexicana.

Hoy, la independencia es recordada como el acontecimiento fundacional del Estado mexicano moderno. Su legado se refleja en la defensa de la autodeterminación, la justicia social y la unidad nacional, valores que siguen guiando la vida política del país.

Fuentes consultadas:
Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM). “La Independencia de México.” Gobierno de México. [https://inehrm.gob.mx](https://inehrm.gob.mx)
Hamnett, Brian R. Historia de México. Fondo de Cultura Económica, 2021.
Meyer, Jean; Sherman, William. La Revolución Mexicana y sus antecedentes. México: FCE, 2010.
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. “Proceso de Independencia Mexicana.” [https://www.cervantesvirtual.com](https://www.cervantesvirtual.com)

La Reforma Liberal y la Guerra de Reforma (1857-1861): El nacimiento del Estado laico mexicano La Reforma Liberal fue un...
19/10/2025

La Reforma Liberal y la Guerra de Reforma (1857-1861): El nacimiento del Estado laico mexicano

La Reforma Liberal fue un profundo movimiento político, social e ideológico que transformó radicalmente las estructuras del Estado mexicano durante el siglo XIX. Su objetivo fundamental fue establecer un orden político basado en los principios del liberalismo, limitar el poder de las corporaciones tradicionales —especialmente la Iglesia católica y el ejército— y consolidar un Estado laico y moderno. Este proceso, que tuvo como epicentro la promulgación de la Constitución de 1857 y culminó con la Guerra de Reforma (1857-1861), marcó un antes y un después en la historia nacional, sentando las bases del México republicano.

Contexto histórico: del México independiente a la crisis estatal

Tras consumarse la independencia en 1821, México enfrentó décadas de inestabilidad política, económica y social. La lucha entre liberales y conservadores definió gran parte del siglo XIX. Los liberales aspiraban a un Estado basado en la soberanía popular, la igualdad ante la ley y la separación entre Iglesia y Estado. Los conservadores, en cambio, defendían el orden colonial heredado, el poder eclesiástico y la monarquía como forma de gobierno.

Durante la primera mitad del siglo, el país estuvo marcado por pronunciamientos militares, dictaduras, invasiones extranjeras y crisis financieras. La centralización del poder en el ejército y el enorme control económico, político y social que la Iglesia ejercía —dueña de más de la mitad de las propiedades del país y con influencia decisiva en la educación— dificultaban cualquier proyecto de modernización. En este contexto, la Reforma surgió como una respuesta a la necesidad de construir un Estado nacional fuerte y soberano.

Las Leyes de Reforma: el inicio del cambio

El movimiento liberal comenzó a ganar terreno político en la década de 1850, especialmente tras la Revolución de Ayutla (1854-1855), que derrocó la dictadura de Antonio López de Santa Anna. Con el triunfo liberal, Juan Álvarez asumió la presidencia y, posteriormente, Ignacio Comonfort impulsó una agenda reformista encabezada por figuras como Benito Juárez, Melchor Ocampo, Miguel Lerdo de Tejada y Guillermo Prieto.

Entre 1855 y 1857 se promulgaron leyes fundamentales que sentaron las bases del nuevo orden:

Ley Juárez (1855): Eliminó los fueros eclesiásticos y militares en asuntos civiles, estableciendo la igualdad ante la ley.
Ley Lerdo (1856): Ordenó la desamortización de los bienes de las corporaciones civiles y religiosas, con el fin de crear una clase media propietaria.
Ley Iglesias (1857): Prohibió el cobro de derechos parroquiales a los pobres por parte del clero.

Estas medidas debilitaron el poder de la Iglesia y del ejército, generando una feroz oposición conservadora. En 1857 se promulgó la Constitución liberal, que incorporó derechos fundamentales como la libertad de imprenta, la soberanía popular, el federalismo y la libertad de culto, marcando una ruptura definitiva con el modelo colonial.

La Guerra de Reforma: liberales contra conservadores

La promulgación de la Constitución de 1857 exacerbó el conflicto ideológico. Los conservadores, encabezados por Félix Zuloaga, desconocieron la Carta Magna mediante el Plan de Tacubaya y establecieron un gobierno paralelo en la Ciudad de México. Los liberales, con Benito Juárez como presidente constitucional, instalaron su gobierno en Veracruz.

Así comenzó la Guerra de Reforma (1857-1861), un enfrentamiento civil caracterizado por intensas batallas, pronunciamientos militares y crisis políticas. Los conservadores contaban con el apoyo de la Iglesia, sectores terratenientes y el ejército; los liberales, por su parte, representaban a la clase media emergente, intelectuales y sectores urbanos progresistas.

Durante la guerra, Juárez promulgó nuevas Leyes de Reforma (1859-1860) que radicalizaron la transformación: nacionalización de bienes eclesiásticos, secularización de cementerios, matrimonio civil, libertad de culto y separación definitiva entre Iglesia y Estado. Estas leyes sentaron las bases del Estado laico mexicano.

La guerra culminó en enero de 1861 con la entrada triunfal de Juárez a la Ciudad de México y la victoria liberal. Sin embargo, el país quedó devastado económicamente y dividido políticamente, situación que desembocó en la posterior Intervención Francesa (1862-1867).

Consecuencias y legado histórico

La Reforma Liberal fue mucho más que un conflicto político; fue una auténtica revolución social e institucional. Al debilitar a las corporaciones tradicionales, el Estado mexicano asumió el control sobre la educación, la economía y la vida civil. El matrimonio, el registro de nacimientos y defunciones, antes monopolizados por la Iglesia, pasaron al ámbito del Estado, lo que significó un paso decisivo hacia la modernidad.

El triunfo liberal también consolidó el principio de soberanía nacional frente a las presiones extranjeras y sentó las bases para la construcción de un Estado republicano y federal. Aunque el liberalismo decimonónico enfrentó críticas por no resolver problemas estructurales como la desigualdad social o la concentración de la tierra, sus logros fueron fundamentales para el desarrollo del constitucionalismo moderno en México.

En la actualidad, los principios de la Reforma —Estado laico, libertad de culto, igualdad ante la ley y supremacía de la Constitución— siguen siendo pilares del sistema político mexicano. Por ello, la Reforma Liberal es considerada uno de los movimientos sociales más importantes de la historia del país, al haber definido la estructura del Estado moderno y su relación con la sociedad.

Fuentes consultadas:

Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM). “La Reforma Liberal.” Gobierno de México. [https://inehrm.gob.mx](https://inehrm.gob.mx)
Hamnett, Brian R. Juárez. México: Fondo de Cultura Económica, 2018.
Meyer, Jean; Sherman, William. México: Breve historia contemporánea. México: FCE, 2020.
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. “La Reforma Liberal en México.” [https://www.cervantesvirtual.com](https://www.cervantesvirtual.com)

La Revolución Mexicana (1910-1920): La transformación profunda del Estado y la sociedad La Revolución Mexicana fue uno d...
19/10/2025

La Revolución Mexicana (1910-1920): La transformación profunda del Estado y la sociedad

La Revolución Mexicana fue uno de los movimientos sociales, políticos y armados más importantes de América Latina en el siglo XX. Iniciada en 1910 como una rebelión contra la dictadura de Porfirio Díaz, se convirtió en un amplio proceso de transformación nacional que modificó profundamente la estructura política, social, económica y cultural de México. Durante una década de intensos conflictos, surgieron nuevos proyectos de nación, se redefinieron las relaciones de poder y se sentaron las bases del Estado moderno mexicano.

Contexto histórico: el Porfiriato y sus contradicciones

La Revolución Mexicana no puede entenderse sin el análisis del Porfiriato (1876-1911), un largo periodo de estabilidad política bajo el liderazgo de Porfirio Díaz, quien gobernó con mano firme durante más de 30 años. Su régimen consolidó el poder del Estado, impulsó la modernización del país mediante la inversión extranjera y el desarrollo de infraestructura, ferrocarriles e industria. Sin embargo, este progreso tuvo un alto costo social.

El modelo económico porfirista favoreció a las élites nacionales y extranjeras, provocando una profunda concentración de la riqueza. La mayoría de la población campesina vivía en condiciones de pobreza, sometida al sistema de haciendas y despojada de sus tierras comunales. El poder político estaba monopolizado por un grupo reducido de oligarcas, mientras que las libertades políticas y los derechos laborales eran severamente restringidos. La represión a opositores, la censura y la falta de democracia generaron un creciente descontento social.

En este contexto, surgió una nueva clase media ilustrada y urbana que exigía apertura democrática y reformas políticas. Estas tensiones estructurales serían el detonante de la revolución.

El estallido revolucionario: el Plan de San Luis

En 1908, Porfirio Díaz declaró en una entrevista con el periodista estadounidense James Creelman que México estaba listo para la democracia y que no se postularía en las siguientes elecciones. Sin embargo, en 1910 volvió a presentarse y ganó mediante el fraude electoral, arrestando a su principal opositor, Francisco I. Madero.

Desde el exilio en Estados Unidos, Madero proclamó el Plan de San Luis el 5 de octubre de 1910, llamando a levantarse en armas el 20 de noviembre para derrocar a Díaz y restablecer la legalidad constitucional. La insurrección estalló en distintos puntos del país, encabezada por líderes revolucionarios como Francisco “Pancho” Villa en el norte y Emiliano Zapata en el sur, quien exigía la restitución de tierras con el lema “Tierra y Libertad”.

En mayo de 1911, tras varios meses de lucha, Díaz renunció y se exilió en Francia, marcando el fin del Porfiriato y el inicio de una nueva etapa en la historia de México.

Luchas internas y fragmentación revolucionaria

Aunque la renuncia de Díaz representó una victoria inicial, las diferencias entre los distintos grupos revolucionarios pronto salieron a la luz. Madero asumió la presidencia en 1911 con un proyecto moderado de transición democrática, pero su gobierno enfrentó múltiples desafíos: la resistencia de los porfiristas, las presiones de los revolucionarios radicales y la desconfianza del ejército.

En 1913, un golpe de Estado conocido como la Decena Trágica derrocó y asesinó a Madero. El general Victoriano Huerta asumió el poder con apoyo conservador, lo que provocó la formación del Ejército Constitucionalista encabezado por Venustiano Carranza, junto con Villa y Álvaro Obregón. Tras intensos combates, Huerta fue derrocado en 1914.

Sin embargo, las divisiones internas entre los revolucionarios llevaron a una guerra civil. Villa y Zapata defendían un proyecto social radical basado en la justicia agraria y la autonomía local, mientras que Carranza y Obregón impulsaban un modelo de Estado centralizado y constitucionalista. La lucha entre facciones continuó hasta la derrota definitiva de Villa y Zapata, este último asesinado en 1919.

La Constitución de 1917 y la consolidación del nuevo Estado

Uno de los mayores logros de la Revolución fue la Constitución de 1917, promulgada bajo el gobierno de Carranza. Este documento incorporó principios revolucionarios y representó un avance significativo en materia de derechos sociales y soberanía nacional. Entre sus artículos más importantes destacan:

Artículo 27: Estableció el dominio de la nación sobre el suelo y el subsuelo, así como la posibilidad de expropiación por causa de utilidad pública.
Artículo 123: Reconoció derechos laborales fundamentales como la jornada de ocho horas, el salario mínimo, el derecho a huelga y la organización sindical.
Artículo 3: Estableció la educación laica, gratuita y obligatoria.

Estos principios sentaron las bases del Estado social mexicano, otorgando al gobierno un papel activo en la justicia social, la economía y la educación.

Consecuencias y legado histórico

La Revolución Mexicana transformó profundamente la estructura del país. En lo político, consolidó el sistema presidencialista y sentó las bases para la creación de instituciones modernas. En lo social, impulsó la redistribución de tierras, fortaleció los derechos laborales y dio origen a políticas públicas orientadas a la justicia social. En lo cultural, promovió un nacionalismo revolucionario que influyó en el arte, la literatura, la educación y la identidad nacional.

No obstante, el proceso revolucionario también dejó una secuela de violencia —con más de un millón de muertos—, destrucción económica y una prolongada lucha por el poder. El surgimiento del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1929, antecesor del PRI, consolidó un régimen político estable, aunque marcado por el autoritarismo en las décadas posteriores.

A más de un siglo de su inicio, la Revolución Mexicana sigue siendo un referente histórico fundamental. Sus ideales de justicia social, soberanía, democracia y derechos laborales continúan siendo pilares del proyecto nacional mexicano y fuente de reflexión sobre los desafíos del presente.

Fuentes consultadas:

Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM). “La Revolución Mexicana.” Gobierno de México. [https://inehrm.gob.mx](https://inehrm.gob.mx)
Knight, Alan. La Revolución Mexicana. México: Fondo de Cultura Económica, 2013.
Meyer, Jean; Sherman, William. México: Breve historia contemporánea. México: FCE, 2020.
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. “La Revolución Mexicana.” [https://www.cervantesvirtual.com](https://www.cervantesvirtual.com)

Dirección

Aculco De Espinoza

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Fundación el Sur También Existe publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn
Share on Pinterest Share on Reddit Share via Email
Share on WhatsApp Share on Instagram Share on Telegram

EL SUR TAMBIÉN EXISTE

UNA FUNDACION, ¿PARA QUIÉN? En los pueblos del Sur la gente sigue contando el paso del tiempo por la memoria de sucesos que marcan sus vidas con el recuerdo de desastres cíclicos: el año de la sequía, el terremoto, el año de la inundación… en octubre del 2005 un huracán bautizado con el nombre de Stan arrasó las zonas de la costa y sierra de Chiapas, dejando un rastro de destrucción que aún hoy, mediados del 2008, perdura no sólo en el recuerdo de quienes sufrieron sus efectos, sino en las familias que actualmente siguen emigrando, continúan sin vivienda ni escuela para los hijos o padecen las secuelas del saldo que el huracán dejó en las tierras productivas o en el campo de la salud. Una breve fotografía de datos nos enmarca la magnitud del desastre: - 40,000 viviendas afectadas - 600 carreteras destrozadas - 41 municipios afectados. Algunos aislados completamente durante varios días. - Más de 12 mil personas damnificadas. La producción pesquera y cafetalera quedó seriamente afectada, quedando principalmente el sector campesino en un estado de indefensión y vulnerabilidad del que todavía no se recupera. Hay otros desastres que padecen las poblaciones del sur de México, principalmente destacan los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Se trata de emergencias permanentes puesto que se componen de pueblos en su mayoría indígenas donde el Estado aplica una política de marginación y asistencialismo que convierte en casos endémicos enfermedades curables como: El tracoma: infección ocular que se transmite de persona a persona en lugares donde el agua es de mala calidad y hay condiciones de hacinamiento y desnutrición de la población. En Chiapas es una enfermedad endémica en cinco municipios, con más de dos mil personas afectadas por ceguera permanente.

La tuberculosis: 20.000 casos reportados cada año en México con resultado de 6.000 fallecimientos en zonas con desnutrición endémica y carencia de vacunas, así como de nulo seguimiento médico del tratamiento iniciado. Trabajo infantil: 3.3 millones de menores de edad trabajando principalmente en el sector agrícola y usados en el comercio sexual, así como en diversas actividades de la economía subterránea. Más de 3 millones con el futuro hipotecado por carecer de una base educativa sólida y de un horizonte laboral que les permita romper el círculo pobreza-marginación. La Fundación el Sur también existe enfocará su trabajo, dedicación y recursos hacia las comunidades en condiciones de marginalidad económica que sufren desastres temporales y otros de carácter permanente como los aquí señalados y que, aunque en muchos casos, están en posesión legal del territorio, carecen de la infraestructura y los recursos para el desarrollo de sus potencialidades, tanto en lo individual como en el aspecto comunitario, no pudiendo aplicar ningún valor agregado a sus productos y actividades, por lo que se limitan a una agricultura de subsistencia y, a veces, optan por la ganadería, que finalmente repercute en la destrucción del entorno, sin solventar las carencias sanitarias ni educativas de estas poblaciones excluidas del progreso social, donde los servicios de salud no llegan y la educación es un pupitre asentado en piso de tierra y un libro compartido entre varios niños.